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Revista Médica del Hospital Nacional de Niños Dr. Carlos Sáenz Herrera

Print version ISSN 1017-8546

Rev. méd. Hosp. Nac. Niños (Costa Rica) vol.34  suppl.0 San José Jan. 1999

 

Diagnóstico clínico y de laboratorio del paciente con dengue
 
 
Dra. Idis Faingezicht  y  Dra. María L. Avila *
 
 
 

Introducción

En 1993 se registraron los primeros casos de dengue en nuestro país, y desde entonces el Ministerio de Salud ha notificado 42.945 casos hasta la semana 52 (del 27-12-98 al 02-01-99). Entre 1981 y 1998, el dengue ha resurgido en forma dramática, en América Latina (ver Figura 1). Esta emergencia se ha asociado con múltiples factores, como el exagerado crecimiento urbano, el deterioro en las condiciones sanitarias, la pérdida de un control adecuado del vector, y el aumento en los viajes.

El virus del dengue en humanos causa una enfermedad de espectro variable, que va desde una forma inaparente y febril menor, hasta una severa y fatal enfermedad hemorrágica. La infección puede ocurrir por cualquiera de los cuatro serotipos causando una presentación clínica similar que puede variar en severidad, dependiendo de los factores de riesgo. En áreas donde el dengue es endémico, la enfermedad clínica es inespecífica.

 
Clínica

Fiebre por dengue

El dengue clásico es primariamente una enfermedad en niños mayores y adultos; está caracterizado por un inicio súbito de fiebre y una variedad de signos y síntomas inespecíficos incluyendo cefalea frontal, dolor retro-orbital, dolor de cuerpo, náuseas, vómitos, dolor articular, diaforesis y brote. Los pacientes pueden estar anoréxicos, con sabor métalico en boca y tener un leve dolor de garganta. La constipación es ocasionalmente reportada; la diarrea y los síntomas respiratorios son raramente reportados y son debidos a infecciones concomitantes. La temperatura inicial se eleva hasta 38,5ºC y la fiebre tarda de 2 a 7 días. Una relativa bradicardia es notada a pesar de la fiebre. Puede haber irritación conjuntival e inflamación de la garganta. La presencia de linfoadenopatías es común. El brote es variable y ocurre en el 50% de los pacientes en forma temprana o como erupción tardía. Un segundo brote ocurre entre el día 2-6 de la enfermedad, es escarlatiniforme o máculo papular. Este brote usualmente empieza en el tronco y se disemina a la cara y las extremidades. En algunos casos se observa un intenso patrón eritematoso, con islas de piel normal. La duración de este segundo brote es de 2-3 días. Al final de la fase febril de la enfermedad o después de que la temperatura cae, aparecen las petequias separadas o confluentes. Un intenso prurito es seguido de descamación de las palmas de las manos y plantas de los pies.
 
 

 
 
 

Las manifestaciones hemorrágicas en el dengue clásico no son infrecuentes y varían de leves a severas. Las hemorragias cutáneas incluyen petequias y púrpuras, otras manifestaciones son sangrado intestinal, epistaxis y hemorragias gastrointestinales. La hematuria y la ictericia son raras.

Los hallazgos de laboratorio asociados con dengue clásico incluyen neutropenia seguida de linfocitosis, con marcada aparición de linfocitos atípicos. Las enzimas hepáticas en el suero están levemente elevadas. La trombocitopenia es común, se ha reportado en epidemias que el 34% de los pacientes con dengue clásico tienen conteo de plaquetas en menos de 100.000/mm3. Es generalmente auto limitado y raramente fatal, la fase segunda de la enfermedad tarda de 3-7 días,  pero la fase de convalecencia puede prolongarse por semanas, se asocia con cansancio y depresión sobre todo en adultos. Esta infección no deja secuelas permanentes.
 

Dengue hemorrágico

El dengue hemorrágico es una enfermedad de niños menores de quince años de edad, aunque también ocurre en adultos. Está caracterizada por el inicio súbito de fiebre con al menos 2-7 días de síntomas y signos no específicos. Durante la fase aguda de la enfermedad, es difícil distinguuir el dengue hemorrágico, del dengue clásico o de otras enfermedades tropicales. El diagnóstico diferencial durante la fase aguda incluye sarampión, rubéola, tifoidea, leptospirosis, malaria y otras enfermedades agudas hemorrágicas. Los niños frecuentemente tienen infección concurrente con otros virus y bacterias causando síntomas respiratorios superiores. No hay signos o síntomas patognomónicos durante la fase aguda.

El estado crítico es durante la fase de efervescencia, pero los signos de fallo circulatorio o las manifestaciones hemorrágicas pueden ocurrir 24 horas antes o después de que la temperatura cae. Las pruebas sanguíneas muestran trombocitopenia y hemoconcentración relativa, la cual puede ser una evidencia de síndrome de fuga vascular. Las manifestaciones hemorrágicas más comunes son hemorragias cutáneas tipo petequias, equimosis, lesiones purpúricas. La epistaxis, el sangrado intestinal y hematuria son poco comunes. La prueba del torniquete, la cual consiste en sumar la presión arterial máxima y la mínima y dividirla entre dos; se mantiene el esfigmomanómetro inflado de tal modo que mantenga la presión media durante 3-5 minutos, se quita el manguito y se marca un cuadrado en el antebrazo de 2,5 x 2,5 cm. Se procede a contar el número de petequias que aparecieron, considerando normal hasta 20 petequias. Sobre este número el signo es positivo; e indica que el paciente tiene una fragilidad capilar aumentada y es de ayuda diagnóstica para el clínico.

Las petequias son la manifestación hemorrágica más observada, aparecen en las extremidades pero pueden encontrarse en el tronco y la cara. Las lesiones purpúricas aparecen en varias partes del cuerpo, pero son más frecuentes en los sitios de venopunción. En algunos pacientes se desarrollan grandes lesiones purpúricas en el tronco y extremidades. En otros pacientes el sangrado por los sitios de venopunción es profuso. Los pacientes más severamente enfermos tienen hemorragias gastrointestinales. Los niños con shock lucen somnolientos, exhiben petequias en cara y tienen cianosis peribucal.
 
 
Diagnóstico de laboratorio

El diagnóstico definitivo de infección por dengue, es hecho solamente en el laboratorio y depende del aislamiento viral, de la detección del antígueno viral o el RNA viral en el suero o tejido, o detección de anticuerpos específicos en el suero del paciente.

Una muestra sanguínea en la fase aguda debe tomarse, tan pronto sea posible luego del inicio de la enfermedad febril. Una muestra sanguínea en la fase de convalecencia, idealmente debe ser tomada de 2-3 semanas después.
 

1. Diagnóstico serológico

Cinco pruebas serológicas han sido usadas en el diagnóstico de infección por dengue : inhibición-hemaglutinación (IH), fijación de complemento (FC), neutralización (NT), prueba de inmunocaptura enzimática de la inmunoglobulina M (MAC-ELISA) e inmunoglobulina indirecta G (ELISA). De acuerdo con la prueba usada, el diagnóstico serológico inequívoco lo da el aumento significativo de cuatro veces o más en los títulos de anticuerpos específicos entre las muestras séricas de la fase aguda y la fase de convalecencia. La batería antigéna de la mayoría de estas pruebas, incluye los cuatro serotipos del dengue, otros flavivirus como el virus de la fiebre amarilla, de la encefalitis japonesa, el virus de la encefalitis de San Luis, o flavivirus como el virus Chikungunya y el virus de la encefalitis equina. Idealmente estas pruebas deben contener un antígeno no infectado de control.

La prueba de IH, es la más frecuentemente usada, es sensible, fácil de realizar, requiere un equipo mínimo, pero los anticuerpos IH pueden persistir por tiempos prolongados, de hasta 48 años o más, por lo que esta prueba es ideal para estudios seroepidemiológicos. Los títulos de anticuerpos IH, empiezan aparecer a niveles detectables para el día 5-6 de la enfermedad, los títulos de anticuerpos en la fase de convalecencia son generalmente superiores a 640 en infecciones primarias. El contraste, en la respuesta anamnésica inmediata en infecciones secundarias o terciarias por dengue, los títulos de anticuerpos durante los primeros pocos días de la enfermedad se elevan a 5.120-10.240 o más. Por lo que títulos mayores o iguales de 1.280 en la fase aguda o convaleciente temprana son considerados evidencia presuntiva de infección reciente por dengue.

La prueba CF, no es usada rutinariamente en el diagnóstico serológico de dengue. Es más difícil de realizar, requiere personal altamente capacitado, se basa en el principio de que el complemento es consumido durante las reacciones antígeno-anticuerpo. Los anticuerpos CF aparecen posteriores a los anticuerpos HI, son específicos de infección primaria, y persisten por períodos cortos.

En NT es la más específica y sensible prueba serológica para los virus dengue. La mayoría de los protocolos usados en los laboratorios incluyen las placas séricas de dilución y reducción. En general los títulos de anticuerpos neutralizantes aumentan al mismo tiempo o más lentamente que los anticuerpos HI y ELISA, pero más rápido que los anticuerpos CF.

MAC-ELISA, es una prueba rápida y sencilla que requiere equipo poco sofisticado. El desarrollo de anticuerpos IgM anti dengue, puede presentarse para el día quinto de la enfermedad. Cerca del 93% de los pacientes desarrollan anticuerpos IgM detectables entre los 6-10 días del inicio de la enfermedad, en el 99% de los pacientes entre los días 10-20 tienen anticuerpos IgM detectables. Los títulos de anticuerpos IgM en infección primaria, son significativamente mayores que en infecciones secundarias, aunque no es infrecuente obtener títulos de IgM de 320 en casos secundarios. En muchas infecciones primarias, la IgM detectable puede persistir por más de 90 días, aunque lo normal es que ya no se detecten niveles a los 60 días de la infección.

MAC-ELISA, es una invaluable herramienta para la vigilancia del dengue. El áreas donde el dengue no es endémico, se usa en la vigilancia clínica de las enfermedades virales, con la certeza de que cualquier positivo indica infección reciente en los últimos 2-3 meses. Una apropiada serovigilancia, por MAC-ELISA durante una epidemia determina rápidamente su diseminación. Es de especial ayuda en pacientes hospitalizados, quienes son generalmente admitidos en fase tardía de la enfermedad. Se debe enfatizar que esta prueba no se debe usar en la forma de toma de decisiones en relación con el manejo del paciente.

Indirecta IgG-ELISA, es comparable con la prueba IH, y es usada para diferenciar una infección primaria o secundaria por dengue. Esta prueba es simple y fácil de realizar. No es específica y tiene reacciones cruzadas con otros flavivirus.

La utilidad del papel filtro en el diagnóstico serológico del dengue, tanto para la detección de inmunoglobulinas totales con la técnica de IH, ELISA y de anticuerpos IgM, ha sido demostrada. Y aunque no sustituye a la toma de muestras séricas para aislar, identificar y caracterizar el serotipo y genoma del virus circulante, ha demostrado gran utilidad sobre todo porque tiene una alta sensibilidad y especificidad y las muestras permiten ser conservadas a 4ºC hasta por 5 meses.
 

2. Aislamiento viral

Cuatro sistemas de aislamiento viral han sido usados para el virus dengue, inoculación intracerebral en ratones de 1-3 días de edad, cultivos de células de mamíferos (LLC-MK2), inoculación intratorácica de mosquitos adultos y el uso de cultivos de células de mosquitos.

El método seleccionado de aislamiento viral depende de las facilidades disponibles en el laboratorio. Las técnicas de inoculación en el mosquito son las más sensibles y es el método de elección para casos fatales o pacientes con enfermedad hemorrágica severa. La línea celular del mosquito es el método de elección para la vigilancia virológica rutinaria.
 

3. Identificación viral

El método de elección para la notificación del virus del dengue es IFA; anticuerpos monoclonales seroespecíficos, producidos en cultivos tisulares o líquido ascítico de ratones e IgG conjugada fluoresceína-isothiocyanate. Esta prueba es fácilmente realizada en cultivos celulares infectados, cerebro de mosquito o tejido macerado, cerebro macerado de ratones o bien en tejidos fijados en formalina. Este es el método más simple y más rápido, permite además detectar virus múltiples en pacientes con infecciones concurrentes. El aislamiento viral sirve para caracterizar la cepa viral y esta información es crítica para la vigilancia del virus y los estudios patogénicos. El aislamiento del virus del dengue procedente de suero humano, depende de varios factores: de la forma en que el suero fue manipulado y almacenado y del nivel de viremia que varía considerablemente dependiendo de los días de evolución de la enfermedad. La viremia usualmente tiene un pico corto antes del inicio de la enfermedad y puede ser detectable en promedio entre los días 4-5. Conforme aumentan los títulos de IgM, el virus tiende a desaparecer.
   
 
Nueva tecnología diagnóstica

En años recientes varios métodos de diagnóstico han sido desarrollados y han probado ser de utilidad en el diagnóstico del dengue.

TR-PCR (Reacción de cadena de polimerasa-transcriptasa reversa): es un método rápido, sensible, simple y reproducible con los adecuados controles. Es usado para detectar el RNA viral en muestras clínicas de humanos, tejido de autopsia y mosquitos. Tiene una sensibilidad similar al aislamiento viral con la ventaja de que problemas en el manipuleo, almacenaje y la presencia de anticuerpos no influyen en su resultado. Sin embargo, debe enfatizarse que la PCR no sustituye el aislamiento viral.
 
SONDA DE HIBRIDACION: la sonda de hibridación detecta ácidos nucleicos virales. No es un método usado rutinariamente. Su ventaja es que puede ser usado en tejidos de autopsia y muestras clínicas humanas. Es menos sensible que la TR-PCR, pero más que la PCR.
 
INMUNOHISTOQUIMICA: uno de los mayores problemas en el diagnóstico de laboratorio del dengue es el de confirmar los casos fatales. En muchos enfermos sólo una simple muestra sanguínea es obtenida y las pruebas serológicas, en estos casos, son de valor limitado. Por otro lado, muchos pacientes mueren al momento o poco después de los estados de efervecencia, cuando el aislamiento viral es difícil. Con los nuevos métodos de inmunohistoquímica, es ahora posible detectar el antígeno viral en una gran variedad de tejidos. Estos nuevos métodos involucran la conjugación enzimática con fosfatasas y peroxidasas en conjunto con anticuerpos mono y policlonales.
  
 
Otros exámenes de laboratorio y gabinete

Ellos se realizán según la necesidad y cuadro clínico del paciente. El hemograma completo con recuento leucocitario y plaquetario es de rutina. En caso de sospecha de encefalitis se estudiará un líquido cefalorraquídeo, siempre y cuando no exista riesgo de sangrado, en cuyo caso se diferirá para un momento más adecuado. En casos de shock se deben determinar los gases arteriales, electrolitos, pruebas de función hepática y renal. Exámenes de gabinete como el ultrasonido, la placa de tórax y la tomografía axial computarizada serán solicitados en caso de que se sospeche la presencia de complicaciones, como derrame pleural (que tiende a ser derecho), ascitis, hepato-esplenomegalia, derrame pericárdico, miocarditis, hemorragia intracraneal, etc.)
 
 
Prevención

La prevención y el control del dengue debe basarse en programas preventivos que integren varios componentes:

1.   Vigilancia activa de los laboratorios: con ello se es capaz de prever la aparición de una epidemia o prevenir su diseminación. Además facilita a las autoridades de salud la toma de decisiones en cuanto a mediadas epidemiológicas. Los componentes de la vigilancia basada en el laboratorio, se muestra en el Cuadro 1.

2.   Capacidad de respuesta en las emergencias: organización de los Centros de Salud para el rápido diagnóstico y control de los casos durante los brotes y las epidemias.

3.   Educación médica para el adecuado manejo de los casos.

     
    CUADRO 1
    Componentes de vigilancia de laboratorio
    en dengue y dengue hemorrágico
     
     
    Tipo de vigilancia
    Muestras
    Enfoque

    • Clínica centinela y red 

    • médica   
         
       
    Tomar muestras sanguíneas   
    en síndromes virales febriles   
    entre  los 3-15 del inicio de   
    la enfermedad   
     
    Muestras representativas son   
    tomadas a través del año y   
    procesadas para aislamiento   
    viral y serología   
     

    • Sistema de alerta en 

    • síndromes febriles   
       
    Tomar muestras de sangre y tejidos en todo caso de enfermedad febril   
     
    Aumentar la investigación   
    inmediata en caso de   
    enfermedades febriles de   
    etiología no precisa 

    • Sistema centinela 

    • hospitalario   
         
       
    Tomar muestras de sangre y   
    tejidos en todos los casos de   
    enfermedades febriles   
    hemorrágicas   
     
    Toda enfermedad hemorrágica   
    o síndrome viral severo o de   
    desenlace fatal debe ser   
    estudiado por dengue   
     

     
4.  Control del vector.  La forma más efectiva de controlar la poliferación de los mosquitos es reducir las fuentes larvales, eliminando los depósitos de agua limpia que sirven de hábitat a las larvas en ambiente peridomiciliario. Se han usado varios métodos de control; uno de ellos lo fue el control vertical, donde el personal de sanidad rociaban con DDT en forma periódica; sin embargo, una vez controlada la epidemia, el resurgimiento de los criadores era rápido. Actualmente se considera que el énfasis debe darse a nivel de las comunidades y que sean los habitantes de los sitios afectados los que sostengan y ejecuten las medidas preventivas. La participación de la comunidad requiere educación continua, lo que lo hace un proceso largo. Por ello se recomienda una mezcla de ambas técnicas en tanto la participación de la comunidad sea efectiva.
 

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* Servicio de Infectología, Hospital Nacional de Niños, "Dr. Carlos Sáenz Herrera". CCSS, San José, Costa Rica.