Introducción
El Estado es el principal comprador de bienes, obras y servicios; en la mayoría de países de la región latinoamericana, las compras públicas superan el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) (1), por ello debe comprometerse a fomentar la constante innovación y fungir como consumidor ambiental responsable, dando ejemplo a la ciudadanía y enviando señales al mercado de compromiso con el consumo y producción sostenible.
Existen múltiples definiciones asociadas a las CPS (Compras Públicas Sostenibles), la más empleada es la que adopta el PNUMA en 2006, esta indica que es el proceso mediante el cual las organizaciones satisfacen sus necesidades de bienes, servicios y obras públicas basados en un enfoque de análisis de ciclo de vida, obteniendo el mejor valor por el dinero gastado en términos de generación de beneficios para la organización, la sociedad y la economía, al tiempo que se minimizan los daños al ambiente (2), (3).
Por otra parte, las CPV (compras públicas verdes) aluden exclusivamente al eje ambiental de las CPS, también se le conoce como Contratación Pública Ecológica (CPE). Siendo así los términos de CPS y CPV, no son posibles de utilizar indistintamente, si bien se encuentran íntimamente relacionados.
La adquisición de bienes verdes es un eje transversal a considerar en el marco de ambientalización del sector público costarricense (4). Sin embargo, a pesar de esfuerzos realizados por el Ministerio de Hacienda y otras entidades competentes en la temática, estudios como el de la Fundación Centro de Gestión Tecnológica e Informática Industrial (CEGESTI) (5), demuestran que el sector público aún se encuentra en proceso de adaptación y requiere capacitación y herramientas para la implementación de un programa de compras verdes exitoso. La principal problemática radica en la falta de criterio técnico para integrar especificaciones ambientales dentro de los términos de referencia de las compras, así como la comprobación de su cumplimiento con evidencias objetivamente verificables en el contexto costarricense.
Por tanto, con el objeto de solventar tales necesidades, esta investigación plantea la inclusión de criterios ambientales en las compras públicas, estudiando el caso de suministros de oficina para del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), para lo cual se realizaron consultas a distintos proveedores, con el fin de conocer el nivel de exigencia de los criterios a solicitar en futuras contrataciones
Metodología
Definición del daso de estudio
La investigación se desarrolló en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), sede Central; localizada en la provincia de Cartago, cantón Cartago, distritos Oriental y Dulce Nombre.
Para la investigación se contó con el apoyo de la Vicerrectoría de Administración, la Unidad Institucional de Gestión Ambiental y Seguridad Laboral y la Unidad de Proveeduría del Departamento de Aprovisionamiento del ITCR.
Criterios ambientales y evidencias de verificación
Revisión de literatura
Para la identificación de criterios ambientales y su respectiva evidencia de verificación aplicables a los productos, se realizó revisión bibliográfica orientada a fuentes de países líderes en materia de CPV y CPS como los miembros de la Unión Europea, Japón, Estados Unidos y algunos casos en la región latinoamericana, específicamente Colombia, Chile y Costa Rica. La selección de estos criterios se basó en la frecuencia de aparición en las referencias bibliográficas y en su regulación por legislación nacional o normas voluntarias.
Entrevista a proveedores de las categorías de productos
Uno de los factores medulares para la implementación de CPV es fiscalizar el cumplimiento de las especificaciones técnicas ambientales que se solicitan en el pliego de condiciones, es por ello que se construyó una entrevista semiestructurada (6), incluyendo los puntos; objetivo, información general sobre el entrevistado y la empresa, consentimiento informado, clasificación de la empresa de acuerdo con su tamaño, cuadros con los criterios ambientales clasificados según la etapa del ciclo de vida, una columna de “Evidencia” con el mecanismo de verificación que utiliza la empresa, una columna con las evidencias de verificación según lo recopilado en la revisión bibliográfica y una fila denominada “Otros”.
Acotar que, al provenir la mayoría de la información de los criterios de fuentes internacionales, los mismos se adecuaron a la realidad costarricense.
Selección de empresas a entrevistar
La elección de las empresas depende de las características de la investigación (7), para este caso en particular se tomó en cuenta dos clases de proveedores: los que resultan adjudicados con mayor frecuencia en el ITCR (8), y la segunda clase, empresas que no necesariamente hayan sido proveedores de la Institución pero que afirmen ofrecer productos con características ambientales o sostenibles, para ello se contactó con la Asociación Empresarial para el Desarrollo y la Cámara de Industrias de Costa Rica, también se visitó el portal web Páginas Verdes de Costa Rica.
Análisis de entrevistas
A partir de los hallazgos obtenidos en las entrevistas, se realizó el cálculo de la frecuencia relativa para cada criterio para las clases enunciadas en el cuadro 1 .
Clase | Descripción | Ejemplos |
Cumplimiento del criterio con evidencia objetivamente verificable | El proveedor afirma que su producto cuenta con ecoetiquetas tipo I y/o III, certificaciones, sellos, informes de laboratorio, documentos extendidos por terceros acreditados, fichas técni- cas, hojas de seguridad y/o cualquier otra prueba imparcial y trazable | Certificación ISO 14001, Galardón Bandera Azul Ecológica, Certificación FSC o PEFC, ficha técnica del pro- ducto, Sello MAG 29782, análisis de biodegradabilidad extendidos por laboratorios con la prueba acreditada por el ECA |
Cumplimiento del criterio sin evidencia objetivamente verificable | Ecoetiqueta II, afirmaciones por parte de los proveedores sin validación téc- nica | Declaraciones Juradas, afirmaciones en el cuerpo del producto con carac- terísticas como “reciclable”, “biode- gradable”, “compostable” sin respaldo técnico |
Incumplimiento del criterio | El proveedor afirma que el producto no cumple con el criterio ambiental | - |
Desconocimiento del cumplimiento del criterio | El proveedor ignora el criterio ambien- tal y/o su cumplimiento | - |
No aplica | El proveedor considera que el criterio ambiental no aplica para el producto | - |
Clasificación de criterios ambientales
En concordancia con el Decreto Nº 33411-H Reglamento a la Ley de Contratación Administrativa (9) y la Normativa Técnica de Aplicación de Criterios Sustentables (NTACS) (10), se clasificaron los criterios ambientales recopilados como admisibilidad o evaluación.
Limitaciones
Las empresas entrevistadas fueron seleccionadas por haber sido proveedoras de la Institución o por ofrecer productos que incluyan la variable ambiental dentro de su ciclo de vida; no se pretende generar inferencias estadísticas significativas a la situación actual del país. El análisis efectuado es particular para el ITCR, lo cual podría aproximarse a la realidad de otras instituciones públicas, sin embargo, no fue objeto de esta investigación comprobar si existe tal correlación.
Por último, el factor económico se excluyó del estudio, al ser dinámico y dependiente de múltiples elementos como la cantidad de bienes a adquirir, la capacidad de negociación de la Institución con los proveedores, la situación del mercado, entre otros.
Resultados y discusión
Caracterización de la muestra analizada
Se entrevistaron 7 empresas que comercializan los productos analizadas en este estudio. La distribución de acuerdo con su tamaño se muestra en la figura 1, como se puede ver las PYMES tuvieron un papel primordial, reflejo de la realidad nacional, pues de acuerdo con datos del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (11), el parque empresarial de Costa Rica está conformado por un 93,4% de PYMES y el restante 6,6% corresponde a grandes empresas.
En cuanto a la distribución de entrevistados de acuerdo con la categoría de producto, un 43% se dedica exclusivamente del comercio de papel de oficina y la misma tasa se dedica a suministros varios.
Por otro lado, de la totalidad de empresas entrevistadas, el 57% han ejecutado contratos con el ITCR y el restante 43% no ha sido proveedor en ninguna ocasión.
Criterios ambientales y evidencias de verificación
A continuación, se examinarán los hallazgos obtenidos de las entrevistas realizadas, para lo cual se presentarán gráficos de distribución porcentual del cumplimiento de los criterios ambientales, cuadros con los criterios ambientales definidos y para algunos de los criterios insumo sobre su importancia por su impacto ambiental.
Papel de impresión y escritura
La codificación y los criterios ambientales adoptados para este insumo se exponen en la figura 2 y en el cuadro 2. Con respecto a la producción de papel, la operación unitaria de blanqueado de la pulpa es vital para evaluar el impacto ambiental del producto final, favorablemente, el 100% de los entrevistados afirmaron que sus productos están libres de cloro elemental y derivados (Criterios I y J) (figura 2). En cuanto al grado de blancura del papel, se recomienda no ser mayor de 90% para evitar el uso de abrillantadores ópticos, no obstante, solamente un entrevistado cumplió con esta especificación (criterio K).
En cuanto al Criterio L, para este producto se debe hacer énfasis en el proceso productivo, pues es el que genera los impactos ambientales significativos y debido a que la mayoría del papel en Costa Rica es importado, los vendedores deben solicitar evidencias trazables hasta el molino o la empresa productora, en este caso, el 67% de las respuestas fueron positivas (figura 2).
Material de archivo: carpetas y archivadores
En el cuadro 3 se codifican los criterios ambientales para el material de archivo y en la figura 3 los resultados obtenidos.
En cuanto a materia prima en general, se obtuvo una baja tasa de cumplimiento con pruebas trazables para los criterios y para la etapa de manufactura, persisten los niveles de incumplimiento, esto debido a que los proveedores indican que los consumidores no suelen solicitar criterios ambientales para material de archivo.
Fundas plásticas
Para este producto, se evalúa que su elaboración se realice con plástico susceptible de reciclar, en el cuadro 4 se codifican los tres criterios considerados y la figura 4 muestra los resultados.
En general, de la figura 4 se deduce con respecto al criterio B, el 67% señala que las fundas de plásticos que comercializan no cuentan con el símbolo identificador respectivo, por lo cual el usuario desconocería si el producto está sujeto a reciclar. Los entrevistados añaden que no es común el interés de los consumidores por estos criterios en las fundas plásticas, por tal motivo no cuentan con la información necesaria.
Derivados de papel (libretas, blocs, sobres y notas autoadhesivas)
El cuadro 5 expone la codificación de los criterios aplicables y en la figura 5 se muestran los productos de las entrevistas. Semejante a los resultados obtenidos para fundas plásticas, existe desconocimiento e incumplimiento de los proveedores con el criterio (B). Este comportamiento es sustancialmente diferente al obtenido con el papel, a pesar de considerarse prácticamente las mismas especificaciones, esto podría ser consecuencia del nivel de detalle de los artículos y/o a la poca demanda de criterios ambientales en estos productos por parte de los clientes.
Material de escritura (rotuladores, marcadores, correctores y bolígrafos)
Para el material de escritura, los criterios están orientados a prolongar al máximo su vida útil y a considerar las materias primas de procedencia. En la figura 6 se presentan los resultados obtenidos y en el cuadro 6 se codifican los criterios ambientales para el material de archivo. En el caso de la materia prima, para el criterio A, la mitad de los entrevistados afirmaron disponer de estos productos y declaran que es una característica bastante apetecida por los clientes, los porcentajes de material reciclado en el cuerpo del marcador varían desde un 70-85% según el proveedor.
En el caso del criterio C, alcanza un 100% de aprobación por parte de los entrevistados, debido a la peligrosidad de las sustancias excluidas en este requisito, es uno de los más relevantes.
En la etapa productiva, el criterio G tiene mayor importancia respecto a los demás, pues el utilizar artículos recargables incrementa la vida útil del insumo, aunque según la experiencia de uno de los proveedores entrevistados (18), las instituciones tienden a pedirlos, sin embargo, la tasa de ventas de las recargas son mucho menores, lo cual podría ser indicativo de que no se está reutilizando la carcasa del instrumento.
Lápices de grafito
Comúnmente estos utensilios están fabricados a base de madera, por tanto, se valora como criterio principal la procedencia de la misma. En el cuadro 7 se encuentran las especificaciones y su codificación y en la figura 7 los resultados. La figura 7 presenta que para el criterio A, la respuesta de los proveedores está dividida, solamente 33% es capaz de otorgar evidencia objetiva para demostrar la procedencia de explotaciones forestales sustentables, mientras que 67%, desconocen e incumplen el criterio respectivamente.
Cintas adhesivas y pegamentos
En el cuadro 8 se enuncian los criterios aplicables para productos con adhesivos, las respuestas obtenidas son absolutas (figura 8), siendo satisfechos por un 100% de los participantes los criterios A, B y D, mientras que para el criterio C indican que podría ser una información que se encuentre en la ficha técnica.
Tijeras, grapadoras y sacapuntas
Las alternativas verdes para estos artículos se basan en la minimización del uso de combinaciones de materiales, esto pensando en la facilidad de reciclaje en la etapa de disposición final. En la figura 9 se encuentran los resultados de las entrevistas y en cuadro 9 se presentan los criterios ambientales. Así, para el criterio A, el 100% de las empresas afirman contar con productos monomateriales, mientras que solamente una (33%) dispone de artículos con porcentajes de material reciclado.
Gomas de borrar
En el cuadro 10, se enuncian las especificaciones sobre gomas de borrar (borradores) y los resultados se exponen en la figura 10. Únicamente un proveedor garantizó el cumplimiento del criterio A. Equivalente al comportamiento presentado en los demás suministros de oficina, el criterio C es desconocido para los entrevistados.
Embalaje de suministros varios
Para los suministros de oficina, en embalaje, se consultó en términos generales para todos los productos, pues al no ser artículos de gran tamaño, de empacado conjunto y contar con facilidad de transporte, esta fase no es significativa en términos de impactos ambientales. En el cuadro 11 y figura 11 se enuncian los criterios ambientales y su respectivo cumplimiento para el análisis de los resultados.
Clasificación de criterios ambientales
Según la NTACS (10), un criterio de admisibilidad debe hacer referencia a experiencia mínima del proveedor, aspectos básicos de capacidad financiera, características técnicas indispensables y cumplimiento básico de legislación explícitamente del criterio; de esta lista, se seleccionó la última condición para realizar la clasificación, pues este es objetivamente verificable, además de que no se otorga puntación adicional por su cumplimiento.
Por otra parte, esta misma normativa (10) faculta a las instituciones a realizar un estudio preliminar de mercado, con el fin de esclarecer la sección del cartel en la cual se deben asignar los criterios y evitar la resolución infructuosa del proceso, por ello se definió en consenso con la Regente Ambiental del ITCR que, si el criterio ambiental presenta una tasa de cumplimiento con evidencia objetivamente verificable mayor al 50%, se cataloga de admisibilidad y menor a este límite, se clasifica como de evaluación.
El cuadro 12 muestra la clasificación de los criterios ambientales para los diferentes tipos de producto, como puede apreciarse para estos insumos la escasa normativa se concentra en la etapa de materia prima principalmente de los productos de papel y derivados, aunque ésta es explícita solo para el aval del origen de la celulosa, así, solo un 6% de los criterios fueron clasificados de admisibilidad por respaldo jurídico y un 36% se catalogaron de admisibilidad aplicando el parámetro definido y un 58% de evaluación.
En los otros casos, el reglamento técnico RTCR 282:1997 manifiesta la precaución que deben tener los proveedores sobre la capacidad de evidenciar los atributos ambientales que le confieren a algunos suministros de oficina, de esta manera, se trata de evitar el falso marketing ambiental (greenwashing).
Señalar que, para estos de productos, se dificulta la inclusión de criterios ambientales, ya que la mayoría de proveedores cumplen la función de distribuidores, por ello, deben ir hacia atrás en la cadena de suministro para exigir las prácticas ambientales que se solicitan en los carteles.
Conclusiones
Un 43% de la totalidad de criterios evaluados son incumplidos por el 50% de los proveedores de cada categoría de producto, por lo que se clasificaron como de evaluación, el restante 57% son de admisibilidad al ser cumplidos con evidencia objetivamente verificable.
Según la NTACS se determinó que para el 38% de los criterios evaluados hay legislación o normativa voluntaria aplicable.
Se evidencia la falta de madurez en términos ambientales de la muestra de empresas de la investigación, la mayoría no cuenta con información concreta sobre los aspectos ambientales de los productos que ofrecen al mercado.
Recomendaciones
Al incluir especificaciones en el cartel relativas a certificaciones de gestión ambiental, indicar explícitamente que el alcance de la certificación debe incluir el proceso productivo, pues en este dónde se generan los impactos ambientales directamente relacionados con el producto final.
El país requiere de un estudio sobre greenwashing, pues actualmente en el mercado existen productos autodeclarados con características ambientales y ninguna entidad está regulando la veracidad de estas afirmaciones.