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Revista Costarricense de Ciencias Médicas

Print version ISSN 0253-2948

Rev. costarric. cienc. méd vol.23 n.3-4 San José Dec. 2002

 

 
Editorial
Tamización de anticuerpos anti-tripanosoma
cruzi en los bancos de sangre de la seguridad social
 

La Enfermedad de Chagas es una entidad clínica producida por el protozoario flagelado Tiypanosoma cruzi. Fue descrito en 1907 y se transmite en forma mecánica por insectos hematófagos de la familia Reduviidae (Chinches). La especie hematóloga en Costa Rica es el Triatoma dimidiata con un porcentaje de positividad de un 31,8%. En América existen de 18 a 24 millones de personas infectadas principalmente en regiones rurales o suburbanas de Latinoamérica. Los mecanismos de transmisión son: 1. Ingreso del parásito, que se encuentra en las heces que dejó el chinche al alimentarse, por el sitio de la picada y las escoriaciones de la piel hechas por el hospedero debidas al prurito producido, 2. Transfusión de sangre, 3. Vía oral por contaminación de los alimentos con las heces del chinche, 4. Infección intrauterino. El control de esta enfermedad se produce por medio de erradicación del vector y la tamización en donantes de sangre y mujeres embarazadas en las zonas de alta prevalencia.

En Costa Rica la enfermedad de Chagas no ha sido considerada como un problema importante de Salud Pública especialmente por la ausencia de datos de la situación del país, pese a que fue declarada por el Ministerio de Salud de Costa Rica como Enfermedad de Denuncia Obligatoria.

Los Ministros de Salud en la Resolución #13 de la XIII Reunión del Sector Salud en Centroamérica (RESSCA) destacaron la importancia del control de la Enfermedad de Chagas como actividad prioritaria, asumiéndose un compromiso de elaborar un Plan Nacional para el control y eliminación de la Enfermedad de Chagas en Costa Rica.

La OPS ha recomendado desde hace 12 años que se realice la tamización en un 100% a todos los donantes de sangre en todos los países Latinoamericanos. En América Central, Honduras fue el país que inició la tamización de todos los donantes a finales de los años ochenta, seguido por El Salvador, Guatemala y Nicaragua a principios de los noventa. Las prevalencias encontradas en 1998 fueron de 0,96% (Honduras), 0,5% (Nicaragua), 2,4% (El Salvador). Siendo Costa Rica el único país que no realiza la tamización.

Los países del Área Centroamericana en una reunión de Ministros de Salud decidieron en 1997 establecer la Iniciativa Centroamericana para controlar esta enfermedad con programas de erradicación de vectores, mejoramiento de las condiciones de vivienda y la tamización en los Bancos de Sangre, siendo este ultimo aspecto muy importante para el control en Costa Rica, por las diferencias epidemiológicas con el resto de lo países centroamericanos.

En Costa Rica, el Programa de Tamización por Chagas se inició en el Hospital Nacional de Niños en el año de 1996, como estudio de prefactibilidad obteniéndose en el año del 2001 un porcentaje de positividad de aproximadamente un 1,5%. En este período se obtuvo para Sífilis 1,04%, Hepatitis B 0,65%, Hepatitis C 0,35% y VIH 0,14%. Dichos análisis se realizaron en el ICMRT al amparo del convenio que tiene la CCSS y solo se realizaba para los donantes que acuden al Banco de Sangre del Hospital Nacional de Niños como un Plan Piloto. A pesar del porcentaje de seropositividad no se realiza la tamización en el 100% de las unidades de sangre.

A finales del 2001, el Ministerio de Salud de Costa Rica, recibió una donación del Gobierno de Taiwán para desarrollar un Proyecto de Prevención y Control de la Enfermedad de Chagas en el país, por lo que la Dirección Técnica de Servicios de Salud Sección de Laboratorios Clínicos analiza la seroprevalencia en los donantes desde el año 1996 y retorna la importancia de la tamización en todos los donantes del país.

Durante el año 2002 se realiza estudio de factibilidad con el fin de justificar ante las autoridades la importancia del programa. Los datos obtenidos de la tamización que se inició en noviembre, para la seroprevalencia en donantes de sangre en lo Bancos de Sangre de la Caja Costarricense de Seguro Social (8 por el proyecto y 2 con recursos propios) se determina que de 13,414 donantes, 48 donantes son seropositivos representando un 0,36 %, datos más elevados que el HIV 0,09 % y el antígeno de Hepatitis B, HbsAg 0,26 % por lo que es más fácil transmitir a través de una unidad de sangre este protozoario, que los virus de HIV y Hepatitis contra los cuales si realizamos el 100% de la tamización. Dentro de los casos positivos detectados con el plan piloto se han encontrado donantes voluntarios a repetición donde las unidades han sido transfundidas a varios pacientes, sin poder determinarse en que momento ocurrió el contacto y cuales receptores tienen la probabilidad de desarrollar la enfermedad a futuro.

El diagnóstico de laboratorio en la fase aguda, se realiza por el método clásico de xenodiagnóstico y cultivo, sin embargo alcanzan un sensibilidad aproximada de un 50%. En la fase latente o crónica se realiza por métodos serológicos para la detección de anticuerpos mediante diferentes técnicas como son en látex, hemoaglutinación indirecta, ELISA con pépticos sintéticos y ELISA- con Proteínas Recombinantes. La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de dos pruebas debido a que estas no tienen el 100% de especificidad y sensilibilidad en países como Brasil la legislación vigente obliga al uso de 3 pruebas en forma simultánea para la tamización de los donantes de sangre.

Sin embargo, cada resultado debe ser confirmado por una tercera o cuarta prueba tales como la inmunofluorescencia, Western Blot o la técnica de reacción en cadena de la polimeraza (PCR) ha sido utilizada recientemente y permite una detección del 90 al 100% de los casos agudos y la detección de parasitemia en los portadores crónicos.

La tamización de los donantes es muy importante ya que con esto podemos interrumpir uno de los mecanismos de transmisión más importante en países donde no hay existencia del vector y poder brindar a los usuarios unidades de sangre y hemoderivados imbuidos dentro de los conceptos de calidad total.

El riesgo de recibir una unidad infectada es alta, el éxito solo estará asegurado cuando al 100% de los donantes de nuestro país se les realice serología para todas las enfermedades transmisibles y podamos obtener unidades de sangre más seguras para los receptores.

 
Dra. Ana Lorena Torres Rosales

Sección de Laboratorios Clínicos
Dirección Técnica de Servicios de Salud
Caja Costarricense de Seguros Social