SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.66 issue2Population structure and spatial distribution of black oak (Colombobalanus excelsa, Fagaceae), endemic species, in Colombian Andean forest fragments author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

Share


Revista de Biología Tropical

On-line version ISSN 0034-7744Print version ISSN 0034-7744

Rev. biol. trop vol.66 n.2 San José Apr./Jun. 2018

http://dx.doi.org/10.15517/rbt.v66i2.33375 

Articles

¿Debemos los investigadores tropicales entrar al racista “Club de los Millonarios”?

Julián Monge-Nájera1 

1Director Revista de Biología Tropical / International Journal of Tropical Biology and Conservation University of Costa Rica, 2060 San José, Costa Rica, julian.monge@ucr.ac.cr

Resumen

Algunas veces los editores de las grandes revistas publicadas en países ricos discriminan a los autores de países tropicales por prejuicio y no por la calidad de los manuscritos. Los investigadores tropicales tienen dos opciones: insistir en publicar en esas revistas, donde con frecuencia hay un desinterés natural en los temas tropicales; o apoyar el desarrollo de revistas propias de buena calidad. La segunda opción tiene ventajas éticas y prácticas para todos.

Palabras clave: ciencia tropical; rechazo y aceptación; racismo científico; prejuicios editoriales

Uno de mis profesores de entomología, autoridad mundialmente reconocida, me contó hace unos años que tan pronto se graduó de una Universidad de los Estados Unidos y su dirección institucional pasó a ser “Universidad de Costa Rica”, las puertas de algunas revistas del primer mundo se le cerraron, no porque los revisores hallaran algún problema grave con sus manuscritos, sino porque los editores los rechazaban ad portas si venían de América Latina.

Por mi parte, siempre me había sentido bien tratado por los editores de revistas europeas y estadounidenses, pero no hace mucho viví en carne propia ese prejuicio en una de las revistas más prestigiosas del mundo. Los tres revisores fueron muy favorables al manuscrito, pero sorprendentemente el editor me envió una respuesta hostil. Mi impresión es que no quería publicar el trabajo, solo que no le quedó alternativa dadas las evaluaciones de los árbitros; y sospecho que la razón de esa hostilidad fue que los autores éramos mayoritariamente latinoamericanos.

Existe, entre algunos científicos y editores de países con gran producción de revistas, la impresión de que la ciencia proveniente de regiones tropicales debe verse con desconfianza. Dele un vistazo a la sección de noticias científicas de grandes medios y quedará con la impresión de que la ciencia importante solo se hace en EEUU y Europa Occidental, y además que la hacen fundamentalmente hombres blancos (esto lleva décadas sin cambiar, ver: Monge-Nájera, 2002). El prejuicio puede ser aún más firme y claro, en palabras de un editor de la renombrada New England Journal of Medicine, “en el Tercer Mundo no existe la ciencia” (Gibbs, 1995).

Varias colegas malacólogas me comentaban que tras intentar en una importante revista inglesa, se habían sentido doblemente discriminadas, por ser “tercermundistas” y por ser mujeres. Enviar manuscritos allí es, en su experiencia, una pérdida de tiempo y un golpe para la autoconfianza de quienes creen que el contenido de los artículos es lo único que pesará en la decisión editorial.

Tiempo después conversé con el presidente de una de las Royal Societies, quien tenía la misma mala impresión de la ciencia latinoamericana. Le comenté que en el trópico en general -y en América Latina en particular- tenemos algunos de los mejores científicos del mundo, y que es injusto que nos juzguen a todos como si fuéramos un grupo homogéneo, a lo cual acabó dándome la razón pero insistiendo en que aquí se produce mucho trabajo de baja calidad, a lo cual yo también debí darle la razón.

El mismo fenómeno de prejuicio existió con la ciencia australiana, siempre considerada inferior a la británica (Newland, 1991), aunque hoy día es respetada; con el tiempo ocurrirá lo mismo con los países de Asia, África y América Latina, pero mientras llega ese día, los científicos tropicales tenemos dos opciones básicas. Una es intentar entrar “al club de los millonarios”, como lo llamó hace muchos años una caricatura de New Scientist; pero les advierto que en muchas de esas revistas existe un desinterés justificado y natural en los temas tropicales, tan ajenos a Londres, Washington o Berlín. La otra opción es apoyar el desarrollo de revistas propias y de buena calidad en los países tropicales, opción que tiene ventajas éticas y prácticas. Éticas por ayudar a la conservación de la espectacular biodiversidad tropical y al bienestar de los pueblos que viven en medio de ella. Y prácticas porque entre nosotros mismos hallaremos a los lectores más interesados en estos temas. Actualmente se está dando una mejora acelerada en la cantidad y calidad de la ciencia local de los trópicos (e.g. Monge-Nájera y Ho, 2017a, 2017b).

En este sentido debemos reconocer y valorar los aportes de organizaciones como SCIELO, REDALYC y Latindex para elevar el nivel de todas las revistas de la región. Es fundamental que nuestras revistas funcionen con los más altos estándares, no solo en el contenido de los artículos, sino en el procesamiento de los manuscritos y la atención a los autores y lectores.

Tal vez el racismo científico tarde mucho en desaparecer, pero pronto no importará que las revistas europeas y estadounidenses nos discriminen, en el futuro nuestras revistas serán tan prestigiosas como las de ellos, y nuestra ciencia sea tan independiente y buena como la mejor del mundo. Ya estamos circulando por el sendero que lleva a esa meta, y aunque nosotros no llegaremos, lo harán nuestros alumnos, o los alumnos de nuestros alumnos. Es, únicamente, cuestión de tiempo.

Agradezco a José Vargas Z. y Francisco Hernández Ch. sus sugerencias para mejorar esta carta.

References

Gibbs, W. W. (1995). Lost science in the tropics. American Scientist (August), 76-83. [ Links ]

Monge-Nájera, J. (2002). How to be a tropical scientist. Revista de Biología Tropical, 50(3-4), xix-xxiii. [ Links ]

Monge-Nájera, J., & Ho, Y. S. (2017a). Bibliometrics of Nicaraguan publications in the Science Citation Index Expanded. Revista de Biología Tropical , 65(2), 643-655. [ Links ]

Monge-Nájera, J., & Ho, Y. S. (2017b). Honduras publications in the Science Citation Index Expanded: institutions, fields and authors. Revista de Biología Tropical , 65(2), 657-668. [ Links ]

Newland, E. D. (1991). George Bennett and Sir Richard Owen: A case study of the colonization of early Australian science (pp.55-74). In R.W. Home & S. G. Kohlstedt (Eds.), International science and national scientific identity. Dordrecht, Holanda: Kluwer Academic. [ Links ]

Creative Commons License This is an open-access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution License