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Revista de Biología Tropical

On-line version ISSN 0034-7744Print version ISSN 0034-7744

Rev. biol. trop vol.56 n.2 San José Jun. 2008

 

Reseña

 

Margaret B. Gargiullo, Barbara Magnuson, Larry Kimball. 2008.
Field Guide to Plants of Costa Rica
Oxford, 494 pp., 1395 fotografías, 5 mapas. ISBN 978-0-19-518825-7, precio US $ 39.50.

Recuerdo muy bien el día que Margaret Gargiullo visitó el Jardín Botánico Wilson, hace catorce años, y me expresó su frustración al no disponer de una guía a las plantas de Costa Rica y su deseo de escribir una. En ese mismo momento, me percaté de que esa frustración era infundada porque existía una rica literatura botánica que iniciaba, en la lengua nativa de esta señora, con Flora of Costa Rica de Paul Stanley en 1938 y ya habían aparecido varios fascículos de la Flora Costaricensis editada por William Burger. Comprendí que la frustración era no contar con ilustraciones que evitaran leer e interpretar minuciosas descripciones técnicas, algo curioso en una ecóloga vegetal afiliada al grupo de Recursos Naturales del Departamento de Parques del Estado de Nueva York.

Pero era una frustración que experimentaban también muchos de nuestros estudiantes graduados cuando, sin mayor formación taxonómica, se topaban con una planta tropical ornamental por común que esta fuese. Traté de explicarle cuáles fuentes existían y decirle que si pensaba escribir una obra de referencia, lo mejor sería que apuntara a las ornamentales, más visibles para todo el universo de visitantes al país, algo así como Plantas Ornamentales de Costa Rica de Barry Hammel (INBio). Pero por varios años, doña Margaret visitó el Jardín con gruesos fajos de fotografías para ser identificadas. Algún tiempo después, como relata en su Introducción, Gail Hewson la puso en contacto con dos fotógrafos aficionados en busca de un proyecto y hete ahora, la obra que nos ocupa.

La nada despreciable cifra de 859 especies de plantas en 169 familias e ilustran con 1395 fotografías a color conforman el texto. Pero, hablemos de las fotografías: es obvio que Kimball y Magnuson son personas de buena fe y excelentes intenciones pero a pesar de algunas fotos publicadas en National Geographic y Sierra Club Outings (fide ellos mismos), las que aquí se reproducen son en su mayoría muy deficientes. Baja resolución, tomadas a distancias que hacen imposible el detalle que se requiere para identificar, mal uso de la luz para reducir el "ruido óptico" de fondos enmarañados, etc. hacen de ese millar y resto de imágenes que sólo 373 sirvan el propósito, menos de un tercio del total. Y es que este tipo de obra, sin ilustraciones se vuelve inútil porque fuerza al usuario a leer todas y cada una de las descripciones más o menos detalladas, y mantenerlas en la memoria, para lograr el cometido de la obra. Y esa apreciación no es personal sino el consenso de un grupo de botánicos que en un par de tardes nos sentamos a analizar la utilidad de las fotos aun para personas conocedoras de la flora local. Hay errores de nomenclatura y confusión de fotografías.

Las plantas se agrupan en una forma muy subjetiva: árboles altos, por ejemplo. Cuán alto debe ser un árbol para ser un árbol alto? Diez metros? Veinticinco metros? Plantas herbáceas con las partes conspicuas verdes o paradas. Cuáles son las partes conspicuas? Qué tan verdes? Verde oscuro, jade, prasino? Cuánto pardas? Palmas y plantas parecidas a palmas. Mejor, pero para la riqueza de un grupo tan característico como las palmas en el trópico, irrisoriamente reducido. Creo que el pecado capital fue el incluir 856 especies en vez de unas 200 como máximo. Quien mucho abarca, poco aprieta, reza el refrán. Y lo que llama poderosamente la atención es que un editor de Oxford no haya notado la deficiencia en el tamaño de las ilustraciones y su pobreza fotográfica y no buscara asesoría calificada, que en Oxford la hay de primera categoría.

En suma, una obra que antes que esclarecer confunde, a un precio muy alto para locales y la mayoría de los turistas y que no compite para nada con la obrita sencilla y bien organizada de Willow Zuchowsky, de reciente aparición y excepcional alcance.

Luis D. Gómez
Director Emérito, Jardín Botánico Wilson, OTS.


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