Hemos atravesado días difíciles, meses confusos y convulsos; pero en medio de la oscuridad emerge como una luz potente y orientadora, el otorgamiento del Premio Nacional de Valores al Dr. Carlos de Céspedes Montealegre, ilustre miembro de nuestro Colegio de Médicos y Cirujanos, de la Academia Nacional de Medicina y del Comité Editorial de Acta Médica Costarricense.

El Premio Nacional de Valores “Rogelio Fernández Güell” es un reconocimiento que la Comisión Nacional de Rescate de Valores entrega cada año a una persona física, quien se ha distinguido por los servicios o los méritos y en general por acciones proactivas en cualesquiera de los diferentes ámbitos donde se desenvuelve: trayectoria personal, laboral o ciudadana en el fortalecimiento de la práctica ética cívica, laica, sustentada en acciones congruentes con la vivencia de los valores como virtud en beneficio de las personas o sectores de la sociedad costarricense. Este es un reconocimiento muy especial, pues no se limita a un acto meritorio único sino a una reiteración de acciones proactivas, sustentadas en la vivencia de los valores como virtud a lo largo de la vida.

Los que hemos tenido el privilegio de conocer al Dr. de Céspedes un poco más de cerca, no podemos más que aplaudir esta merecida distinción. El Dr. de Céspedes es un hombre de una personalidad pausada, firme como una roca, pero de trato siempre sutil y agradable. Su seriedad en la ciencia y en sus labores, contrasta con su chispeante simpatía y su agudo y sofisticado sentido del humor. Su capacidad de escucha, de diálogo y negociación han sido elementos claves a lo largo de toda su vida como profesional y ciudadano y justamente, se constituyeron en la clave del éxito para la construcción y puesta en marcha del Programa Nacional de Tamizaje Neonatal en Costa Rica, reconocido a la fecha, como uno de los mejores del mundo. El doctor de Céspedes no solo fue miembro fundador y presidente de la Asociación Costarricense para el Tamizaje y la Prevención de Discapacidades en el niño (ASTA), sino que, durante once años, desde su inicio en 1990 y hasta el año 2001, dirigió este programa, con maestría y devoción inconmensurables hasta catapultarlo en un sitio de honor en el mundo médico y científico.

El Programa Nacional de Tamizaje Neonatal costarricense y sus arquitectos intelectuales fueron acreedores al Premio Reina Sofía de España de Prevención de Deficiencias en el 2002 y al Premio Familia de Girolami otorgado por el trabajo de investigación más destacado de la Revista Biología Tropical en el 2009, entre otras muchas distinciones. Más allá de eso, milesde niños costarricenses se han librado de las consecuencias negativas y graves de condiciones genéticas o metabólicas raras, gracias a la detección temprana por métodos ultramodernos de más de cinco decenas de enfermedades, las cuales son prevenibles mediante el análisis precoz de cuatro gotas de sangre de su talón.

El doctor de Céspedes nació en San José, el 20 de febrero de 1939. De sus padres, el médico Carlos de Céspedes Vargas y la señora Ada Montealegre Morales, recibió una cuidadosa educación. Su padre fue egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Libre de Bruselas y fue una autoridad en radiología en el país. Su abuelo Benjamín de Céspedes ySanta Cruz, de origen cubano, hombre estudioso y amante de los niños, quien fue uno delos primeros autores de un texto de pediatría en idioma castellano. El pequeño Carlos, desdeetapas tempranas de su vida, curioseaba los libros de su padre y tomó la precoz decisión de seguir sus pasos. Luego de completar sus estudios en el Colegio Seminario, a la edad de 17 años se fue a la Universidad Nacional Autónoma de México.

Recuerda con gran emoción ese viaje, pues no solo emprendía su aventura académica, sino que era la primera vez que se montaba en un avión. Se graduó como médico-cirujano en 1964 y allí en tierras mexicanas conoció a la mujer de su vida: Ana Lorena Cañas Pinto, con quién se casó inmediatamente después de graduarse. De este matrimonio nacieron sus dos hijos Carlos Manuel e Irene, y ahora también ponen color a su vida, sus nietos Antonio y Marisa.

En México hizo entrañables amigos entre los cuales estaban los colegas Elías Jiménez y Edgar Mohs, quienes luego se convertirían también en grandes personajes de la salud en Costa Rica. El Dr. de Céspedes, en 1974, inspirado por el profesor mexicano José Laguna, obtuvo su grado de Doctorado Académico en Bioquímica.

Estudiante talentoso, realizó además un post-doctorado en Bioquímica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, Ann Arbor. A su regreso al país, se vinculó tempranamente con las dos instituciones que se constituyeron en los ejes profesionales de su vida: el Hospital Nacional de Niños y la Universidad de Costa Rica.

En el Hospital Nacional de Niños fue pionero en la instauración de protocolos de manejo para los pequeños afectados con enfermedades metabólicas y se constituyó en el guía para comprender los misterios de los defectos bioquímicos en la población infantil. Allí ocupó los cargos de jefe de la Unidad de Investigación, Sub-Director General, y jefe del Servicio de Genética y Metabolismo, cargo que ejerció de manera simultánea con la Dirección del Programa Nacional de Tamizaje Neonatal.

Su experiencia clínica hospitalaria sumada a su sólida preparación académica lo llevaron a ser asesor del Ministro de Salud en Enfermedades Metabólicas y Genéticas, en el período de 1986 a 1990 y Director Científico del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA) de 1978 a 1982. Su altruismo y espíritu de colaboración lo llevaron también a ser presidente de la Junta de Protección Social y miembro del Consejo Social del Gobierno de Costa Rica en los años 2002 a 2004.

Sus sólidos conocimientos en errores innatos del metabolismo y la práctica pediátrica adquirida en el Hospital Nacional de Niños, al lado del grupo de los endocrinólogos liderados por la Dra. Yadira Estrada y sus contactos internacionales con el Dr. Robert Guthrie, le inspiraron la idea de la creación del Programa Nacional de Tamizaje Neonatal.

Dedicado de manera comprometida a la Universidad de Costa Rica, ejerció múltiples cargos en ese centro de enseñanza, se constituyó en catedrático de Bioquímica y Pediatría, fue Director del Departamento de Bioquímica de la Escuela de Medicina de 1977-1978/1983-1985, Director del Instituto de Investigaciones en Salud (INISA) de 1990 a 1994, Decano de la Facultad de Medicina en el periodo de 1997 al 2001 y mereció la designación como profesor distinguido de dicha institución en el año 2000.

Permanece hasta la fecha contribuyendo con la docencia universitaria como profesor ad-honorem de Medicina Evolutiva, en el posgrado de Biología de esta institución académica.

Sus áreas científicas de interés han sido múltiples, y cuenta con amplio acervo de publicaciones científicas en revistas nacionales e internacionales y múltiples conferencias impartidas en diferentes foros. Su brillante carrera médica y académica estuvo llena de distinciones que se sucedieron una tras otra, luego de una pionera mención honorífica en su tesis de médico cirujano en 1964.

En sus días actuales, sigue soñando con el fortalecimiento y crecimiento del Programa Nacional de Tamizaje ahora acogido por la Caja Costarricense del Seguro Social en el Hospital Nacional de Niños, y con la sinergia de la Asociación Costarricense para el Tamizaje Neonatal. El Dr. de Céspedes sigue siendo un hombre sencillo y objetivo, que nunca ha buscado el reconocimiento, el aplauso o el protagonismo. Sin embargo, su trayectoria personal, profesional, científica y ciudadana tiene luz propia, es incandescente. En su persona, los valores de excelencia, coherencia, compromiso, liderazgo, prudencia, solidaridad, trabajo en equipo, transparencia y visión, brillan por sí solos.

Olga Arguedas

Médico Pediatra. PhD en Inmunología

Directora General Hospital Nacional de Niños