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Acta Médica Costarricense

On-line version ISSN 0001-6002Print version ISSN 0001-6012

Acta méd. costarric vol.56 n.2 San José Apr./Jun. 2014

 

Editorial

Estado actual de la diabetes mellitus en el mundo

 

Eric Mora-Morales


El último informe de la Federación Internacional de Diabetes (IDF), presentado en su publicación periódica como la sexta edición de Diabetes Atlas y entregado en diciembre de 2013, durante la celebración de su Congreso Mundial, preocupa seriamente, porque esta enfermedad sigue afectando de manera grave la salud de la humanidad. Los datos e informaciones estadísticas alarman, pues sus dañinas consecuencias para la salud de la población, se mantienen y aumentan.

Se confirma de su lectura que la diabetes mellitus continúa siendo una de las enfermedades crónicas más serias.

Las cifras epidemiológicas señalan que la enfermedad se mantiene y avanza, a pesar de los esfuerzos de los servicios de salud de los países y las organizaciones antidiabéticas nacionales y regionales que la combaten, apoyadas y dirigidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Naciones Unidas (ONU), trabajando de manera coordinada con la Federación Internacional de Diabetes (FID), que reúne todas las asociaciones nacionales y regionales en la materia, y es el faro de luz que orienta esta lucha, que parece no tener fin.

Desde el primer informe periódico, iniciados en 2000, se describe con extrema rigurosidad científica la magnitud del impacto de esta enfermedad, así como las medidas sanitarias por tomar para vencerla, señalando con absoluta claridad y certeza los factores sociales, culturales y económicos que producen y favorecen el aumento de personas que enferman de diabetes mellitus en todo el mundo. La Federación Internacional de Diabetes también organiza y efectúa frecuentes reuniones regionales y mundiales, y ofrece a la comunidad médica excelentes publicaciones científicas acerca de los temas patológicos y de salud pública que caracterizan este mal y los factores sociales que lo favorecen. A pesar de las dificultades de toda índole que se presentan, la finalidad primordial de las organizaciones citadas y los gobiernos de la mayoría de los países, es detener su aumento, por las serias consecuencias que conlleva para la salud de los habitantes, y para enseñar a las poblaciones enfermas a cumplir con el mejor tratamiento que las ciencias médicas producen como resultado de la investigación científica.

La batalla es costosa. Las medidas y soluciones establecidas por los gobiernos y suscritas por las más altas autoridades en diabetes de todo el mundo, no han tenido a la fecha el esperado efecto beneficioso, pues este mal no disminuye su frecuencia, intensidad y gravedad, como consecuencia de sus particulares características epidemiológicas. Sin embargo, se tienen la seguridad y la esperanza de que con el esfuerzo y las acciones continuas en todas las naciones, la humanidad se verá libre de las enfermedades crónicas no trasmisibles, en un futuro que es de esperar que no tarde demasiado.

El actual presidente de la Federación, Sir Michael Hirst, señala en el prólogo del Informe Diabetes Atlas comentado, “que el 80% de la población diabética mundial habita en los países más pobres económicamente y socialmente subdesarrollados, con ínfimos o mínimos recursos para subsistir, favoreciendo en forma alarmante el aumento de este mal. Así, las estadísticas realizadas por expertos señalan llamativas y complejas circunstancias que atrasan y dificultan su solución. Por ejemplo a los 382 millones de seres humanos que actualmente padecen diabetes mellitus sintomática, mayormente tipo 2, se agregarán en los años venideros 316 millones de personas que desarrollarán Intolerancia a la Glucosa, circunstancia que aumentará excesivamente las posibilidades de llegar a padecer la Diabetes Sintomática, con todas sus consecuencias”.

Ambos tipos de diabetes producirán un altísimo costo en dinero para su atención médica y, más importante que esto, un terrible y doloroso sufrimiento humano durante su evolución, aumentando sus bien conocidas complicaciones crónicas. En el aparato cardiovascular, el más afectado, el infarto del miocardio; en el cerebro, los accidentes vasculares, con su secuela de parálisis de los miembros inferiores. También será más frecuente la ceguera cuya principal causa es ya la diabetes mellitus, y en los riñones, la insuficiencia, paralelamente con la hipertensión arterial, cerrando el círculo del daño  vascular generalizado, que con mucha frecuencia se manifiesta también en forma combinada, afectando los nervios periféricos, para dar como consecuencia el temido mal del pie diabético, responsable de ser la causa más frecuente, después de las traumáticas, de la amputación de los miembros inferiores, con la consecuente incapacidad para caminar. Puede asegurarse que la diabetes mellitus afecta todos los órganos y tejidos del cuerpo humano, tanto en la persona adulta como en los niños y jóvenes, y además altera el embarazo en cifras importantes, al causar la diabetes gestacional, serio peligro para la vida de la madre y de su hijo. La descripción anatomopatológica de las consecuencias causadas por la diabetes mellitus, documentadas en los sucesivos informes, es inacabable. En 2013 causó 5,1 millones de muertes a un costo de 548 billones de dólares de los Estados Unidos de Norteamérica, y si la epidemia no se detiene antes de 25 años, en el mundo habitarán 592 millones de personas diabéticas, con todas sus complicaciones. Como hecho alarmante, los expertos en Epidemiología consideran que cada 6 segundos fallece un paciente diabético.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) trabaja conjuntamente con la Federación Internacional de Diabetes (FID), fundada en 2000, y que cuenta con más de 200 asociaciones nacionales en 160 países, en la lucha contra esta enfermedad crónica, auxiliadas además por las Naciones Unidas (ONU) y las organizaciones nacionales de salud preventiva de la mayoría de los países y regiones de todos los continentes. En Costa Rica la Asociación ANPEDEM tiene ya una larga historia de trabajo conjunto con el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social y las universidades públicas y privadas donde se forma el personal médico, de enfermería, los salubristas y los educadores en salud.

Como el problema global de esta enfermedad tiene un indudable sustrato de pobreza, el Banco Mundial se interesó activamente en su resolución, dado el altísimo costo económico de su tratamiento y prevención. Hace 2 años, en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Naciones Unidas ONU), reunió a los gobiernos de la mayoría de países, principalmente del continente americano, para estudiar la manera de financiar la solución a la penuria de alimentos y medicamentos.

Los siguientes datos epidemiológicos, tomados del Informe que se comenta, llaman la atención. En 2013, en todo el mundo, 382 millones de personas en edades de 20 a 79 años se diagnosticaron portadoras de diabetes mellitus, de las cuales el 80% vive en los países con mayores condiciones de pobreza. Los cálculos indican que en menos de 25 años, el total de personas afectadas aumentará a 592 millones. En Norteamérica, incluyendo Puerto Rico y México, la cifra actual de personas con esta enfermedad es de 37 millones. En Centroamérica, el resto de El Caribe, centro y toda Suramérica, la cantidad es de 24 millones. Destacan China, con 98,4 y la India, con 65,1 millones. África aumentará de 2013 a 2035, a 41,4 millones, un 109%. América Central y del Sur sufrirán un incremento del 60% (38,5 millones). Europa se proyecta con el menor aumento: solo un 22%. A su vez, los porcentajes de personas fallecidas por esta enfermedad fueron del 38% en Norteamérica y del 44% en centro y Suramérica, y la cifra mayor, un 76%, correspondió al continente africano. En casi todos los países, la gran mayoría de diabéticos reside en zonas urbanas.

Es interesante señalar que en personas en edades de 20 a 79 años, la prevalencia de diabetes en la Región Centroamericana, de El Caribe y América del Sur, es en promedio del 8%, y aumentará al 9,8% en 2035. Se calcula que el porcentaje global de intolerancia a la glucosa descenderá del 7,4% al 6,5%, probablemente por el efecto de los programas educativos para mejorar la calidad de la alimentación y disminuir la obesidad como factor predisponente de diabetes tipo 2, y mediante el aumento de la práctica del ejercicio físico, que contribuye también positivamente a disminuirla y a reducir los males cardiovasculares.

En la información que corresponde a nuestro país, se consignan los siguientes datos: para una población adulta en edades de 20 a 79 años, de 3.227,930 personas, la prevalencia de diabetes tipo 2 se reporta en el 6,78%, que corresponde a 218.810 personas: 117 400 hombres y 101 410 mujeres. En ambos sexos, en las áreas rurales se contabilizó 58 330, y en las urbanas, 160 480 personas. La intolerancia a la glucosa en todo el país, fue del 8,38%, equivalente a 270 580 habitantes, cantidad que preocupa, pues muchos de ellos llegarán a padecer diabetes tipo 2. No hay información acerca de la incidencia de diabetes tipo 1.

Es fácil concluir que en nuestro país la diabetes mellitus es un serio problema de salud, el cual debe ser resuelto mediante la aplicación permanente de programas de prevención y educación, diseñados y ejecutados permanentemente por los principales organismos responsables: Caja Costarricense de Seguro Social, Ministerio de Salud y Educación y las universidades públicas y privadas, con la asistencia técnica de la Oficina Sanitaria Panamericana y las asociaciones mundiales dedicadas a combatir y erradicar a las enfermedades mencionadas.

En Costa Rica se conoce lo necesario de la situación expuesta en diabetes mellitus para lograr cumplir con éxito las metas y los programas de su prevención y tratamiento adecuado, así como combatir las otras enfermedades crónicas no trasmisibles. Figura 1 y Figura 2

Especialista en Endocrinología, Diabetes y Nutrición Miembro de honor Academia Nacional de Medicina

Miembro de honor Academia Nacional de Medicina

Direcciones importantes:

Versión electrónica de IDF Diabetes Atlas: www.idf.org/diabetesatlas

Email con información de la IDF: info@idf.org

Dirección postal: 166 Chaussée de la Hulpe, B-1170 Brussels, Belgium

Dirección de la revista trimestral Diabetes Voice de la IDF: www.diabetesvoice.org

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