Introducción
El rol de la orientación sexual y condiciones asociadas en el bienestar subjetivo han generado un creciente interés en psicología en las últimas décadas (Conlin et al., 2017; Meyer, 2003). La orientación sexual se define como la atracción sexo-afectiva que siente una persona hacia personas de su mismo género, de otro género, más de un género o independientemente del género (Cáceres et al., 2013). Las personas con estos patrones de atracción se identifican, respectivamente, como heterosexuales, lesbianas y gays (homosexuales) y bisexuales y otras orientaciones plurisexuales. La orientación sexual de una persona, sin embargo, no está definida en función del género de sus parejas, sino que engloba un profundo sentido del sí mismo (Ellis et al., 2020). Actualmente, se reconoce que la orientación sexual es un atributo complejo que estructura la vida a nivel individual y social (Powdthavee & Wooden, 2015), que tiene un carácter fluido a lo largo del ciclo vital (Ellis et al., 2020), y que los individuos continúan explorando su sexualidad durante su adultez (Infosalus, 2019).
Estudios a nivel internacional han mostrado que personas lesbianas, gay y bisexuales (LGB) reportan menor satisfacción vital en comparación a sus pares heterosexuales (Pachankis & Bränström, 2018; Powdthavee & Wooden, 2015). La satisfacción vital es el componente cognitivo del bienestar subjetivo y se define como la evaluación global subjetiva que una persona realiza de su vida (Diener et al., 1985). Estas comparaciones sobre satisfacción vital entre poblaciones heterosexuales y LGB provienen en su mayoría de muestras de Australia, Estados Unidos y países europeos (Pachankis & Bränström, 2018; Petrou & Lemke, 2017; Powdthavee & Wooden, 2015), y se cuenta con pocos datos en América Latina. No obstante, en Chile hay una línea de investigación en el tema que se ha centrado en poblaciones de lesbianas y gays (Barrientos & Cárdenas, 2013; Barrientos et al., 2014; Barrientos et al., 2017; Gómez et al., 2021), así como en población LG en edad escolar (Cornejo, 2017; Movilh, 2019; Poteat et al., 2017) y adulta (Barrientos & Cárdenas, 2013; Barrientos et al., 2014; Barrientos et al., 2017), mientras que la población bisexual ha recibido menos atención en estas investigaciones.
Las diferencias en satisfacción con la vida según la orientación sexual pueden explicarse a través de la Teoría del Estrés de Minorías (TEM), propuesta por Meyer (2003; Meyer et al., 2021). La TEM sostiene que quienes pertenecen a minorías experimentan estresores adicionales al estrés que experimenta el resto de las personas, y aquellos están asociados a su pertenencia a un grupo estigmatizado. Así, personas LGB experimentan estresores relativos a la discriminación debido a su orientación no heterosexual, lo que explica a su vez la mayor prevalencia de problemas de salud mental y física en estas poblaciones minoritarias a comparación de poblaciones heterosexuales (Barrientos et al., 2017; Barry et al., 2020; Ellis et al., 2020; Pachankis & Bränström, 2018). Estudios en Iberoamérica con muestras de gays y lesbianas han señalado que estos estresores particulares, entre los que destaca la homofobia interiorizada (Meyer et al., 2021), impactan en variables asociadas a la salud y el bienestar, como la depresión y la satisfacción con la vida (Gómez et al., 2021; Morell-Mengual et al., 2017). Asimismo, personas lesbianas, gay y bisexuales experimentan distintas formas de prejuicio (Worthen, 2013). Así, por ejemplo, las personas bisexuales enfrentan rechazo, invisibilización y discriminación tanto de parte de poblaciones heterosexuales como homosexuales (Dodge et al., 2016; Feinstein et al., 2016; Garelick et al., 2017).
La población universitaria en Chile experimenta niveles moderados de satisfacción vital, menores que los de poblaciones adolescentes y adultas (Schnettler, Denegri, et al., 2015; Schnettler, Miranda, et al., 2015). La satisfacción vital, a su vez, está asociada a un desempeño académico positivo en estudiantes (Antaramian, 2017), pero poco se sabe sobre las distinciones que podría haber en esta población según orientación sexual. Por tanto, esta investigación propone examinar la satisfacción vital en estudiantes heterosexuales y LGB, a partir de dos variables que podrían relacionarse con el bienestar subjetivo. Una variable es el apoyo social, cuya relación con la satisfacción vital tiene sustento en la literatura. La segunda variable es la actitud hacia la sexualidad, de la que no se conocen estudios publicados enfocados en diferencias por orientación sexual en Latinoamérica.
Apoyo social percibido
La investigación muestra de modo consistente que el apoyo social percibido se asocia con el bienestar subjetivo (Ruiz et al., 2017; Novoa & Barra, 2015) y con la satisfacción vital (Diener, 2009). Zimet et al. (1988) definen el apoyo social percibido como la evaluación que realiza una persona de los círculos sociales a los que pertenece y los recursos socioafectivos que estos le brindan. El apoyo social percibido puede provenir de distintas fuentes, principalmente de la familia, los amigos y otras personas significativas (Pinto et al., 2014). El efecto protector del apoyo social para el bienestar subjetivo (e.g., mayor bienestar, menos problemas de salud mental, Barra, 2004) se ha reportado para diversas poblaciones, incluyendo la de estudiantes universitarios (Rodríguez et al., 2012; Schnettler, Denegri et al., 2015). En poblaciones LGB, se ha encontrado que las relaciones sociales negativas median entre la orientación sexual y tanto la depresión como la satisfacción con la vida (Barry et al., 2020).
En Chile, se ha reportado que compartir con la familia y amigos es una de las actividades más frecuentes que realiza la población joven (Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, 2017). No obstante, se esperaría que las personas LGB experimenten menos apoyo social que las personas heterosexuales (Ellis et al., 2020; Ybarra et al., 2015). Existe evidencia de que para las personas LGB, la familia puede ser una fuente de discriminación y prejuicio, más que de apoyo (Red Nacional de Oficinas de Diversidad, Inclusión y No Discriminación, 2020; Universidad Alberto Hurtado, 2020). Estudios sobre el apoyo social de amistades, por otro lado, sugieren que estas tienen una importante influencia en el bienestar subjetivo de las personas, sin importar la orientación sexual y de la edad de las personas (Lyubomirsky et al., 2006); y que los pares son la fuente de apoyo más inmediata en el día a día, tanto para personas heterosexuales como LGB (Frost et al., 2016).
Actitudes hacia la sexualidad
La sexualidad, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2018), abarca múltiples componentes, entre ellos las identidades y los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Todos estos componentes, a su vez, están influenciados por factores biológicos, psicológicos y socioculturales que se relacionan entre sí (Blanc & Rojas, 2017). Las actitudes hacia la sexualidad se definen como una predisposición a opinar, sentir y/o actuar ante estímulos sexuales, sean estos objetos, situaciones, orientaciones sexuales, normas o costumbres sociales y conductas sexuales (López, 2009).
Según Hudson et al. (1983), las actitudes hacia la sexualidad pueden clasificarse como liberales o conservadoras. Las personas que sostienen actitudes liberales hacia la sexualidad apoyan que la expresión de la sexualidad sea abierta y libre para cada individuo. Por el contrario, las personas con actitudes conservadoras hacia la sexualidad sostienen que la expresión sexual debe ser restringida y regulada. Aunque la orientación sexual ha sido poco estudiada como predictora de actitudes, existe evidencia de que las personas LGB sostienen actitudes más liberales hacia la sexualidad que personas heterosexuales (Grollman, 2017).
Las actitudes hacia la sexualidad estarían asociadas con la satisfacción vital por medio de lo que está socialmente aceptado en términos de orientación e identidad sexual. En este sentido, la heteronormatividad, es decir, el establecer la orientación heterosexual como la única natural o normal, establece límites de lo que es aceptable y no en cuanto a relaciones e identidades sexo-afectivas dentro de una sociedad (Habarth, 2014). De estas creencias surge el heterosexismo, el cual desvaloriza, estigmatiza o niega a las minorías sexuales y podría asociarse a creencias más conservadoras sobre la sexualidad (Farvid, 2015). En línea con la TEM, estas actitudes, creencias y prejuicios que existen en torno a las minorías sexuales contribuirían a la exclusión social de personas LGB, lo que repercutiría en la calidad de vida y satisfacción vital, en comparación con personas heterosexuales. Asimismo, estudios sobre las actitudes hacia la sexualidad se han realizado en distintas poblaciones, desde adolescentes y estudiantes universitarios hasta adultos mayores (Fernández et al., 2013; Morell et al., 2018; Ilabaca et al., 2015), sugiriendo una relación entre actitudes más liberales y un mayor bienestar psicológico. No obstante, la mayoría de los estudios en este ámbito se enfocan en diferencias de género, y pocos comparan estas actitudes en términos de la orientación sexual de los participantes.
A partir de los antecedentes presentados, el objetivo de este estudio es examinar la relación entre el apoyo social percibido, las actitudes hacia la sexualidad y la satisfacción vital en estudiantes universitarios heterosexuales y LGB del sur de Chile, comparando a su vez estas variables entre ambos grupos. Para dar respuesta a este objetivo, se establecieron cuatro hipótesis: estudiantes heterosexuales reportan mayor apoyo social percibido (H1), actitudes más conservadoras hacia la sexualidad (H2) y mayor satisfacción vital (H3) que estudiantes LGB; y que la orientación sexual (heterosexual-LGB), el apoyo social percibido y las actitudes hacia la sexualidad tienen un rol predictor en la satisfacción vital en estudiantes universitarios (H4).
Método
Participantes
La muestra fue no probabilística y el muestreo fue intencionado. El tamaño necesario de la muestra para este estudio fue de 119 participantes. Esta estimación se realizó utilizando G*Power (v. 3.1), para una regresión lineal con un poder estadístico del 95%. Para la muestra se consideraron los siguientes criterios de inclusión: ser estudiante universitario; ser heterosexual, homosexual (gays/lesbianas) o bisexual (se incluyeron aquí otras orientaciones hacia más de un género o independientemente del género, como pansexual); ser mayor de 18 años; y estudiar una carrera de pregrado en una universidad de la ciudad de Temuco, Chile.
La muestra final estuvo compuesta por 281 estudiantes universitarios, quienes respondieron a un cuestionario en línea. La muestra quedó constituida por 78 hombres (27.8%), 200 mujeres (71.2%) y tres participantes que se identificaron con otro género (1.1%). Las edades de los participantes se encontraban entre los 18 y 34 años (M = 22.19; DT = 2.49). Según orientación sexual, la muestra quedó compuesta por 199 estudiantes heterosexuales (70.8%) y 82 estudiantes LGB (29.2%): 27 hombres gay y lesbianas (9.6%) y 55 bisexuales o pansexuales (19.6%). Debido al bajo número de estudiantes pertenecientes a minorías sexuales específicas, los análisis se realizaron agrupando estos participantes en una única categoría, LGB.
Instrumento
Preguntas sociodemográficas
La primera sección del cuestionario incluyó preguntas sobre facultad en la que estudia la persona, lugar de residencia, estado civil, área en la que reside, edad, género y si este fue asignado al nacer (pregunta basada en Reisner et al., 2014); y orientación sexual: heterosexual, gay, lesbiana, bisexual/pansexual, otro.
Escala Multidimensional de Apoyo Social Percibido
Elaborada por Zimet et al. (1988), esta escala contiene 12 ítems que evalúan los niveles de apoyo social que percibe la persona y se divide en tres subescalas: familia, amigos y otros significativos. Las opciones de respuesta van de 1 = Totalmente en desacuerdo a 5 = Totalmente de acuerdo. Un ejemplo de ítem es ''Consigo ayuda de mi familia cuando la pido''. El puntaje global se obtiene al sumar cada ítem que sea respondido y un mayor puntaje indica mayor apoyo social percibido; el mismo procedimiento se utiliza para obtener los puntajes de cada subescala, sumando los ítems que pertenecen a cada dimensión. Pinto et al. (2014) validó esta escala en adultos mayores chilenos, reportando un nivel de confiabilidad de α = .85. En este estudio, esta escala muestra un nivel de confiabilidad de α = .86.
Escala de Actitudes hacia la Sexualidad
Elaborada por Hudson et al. (1983), esta escala contiene 25 ítems que evalúan actitudes liberales y conservadoras hacia la expresión de la sexualidad humana, con opciones de 1 = Totalmente en desacuerdo a 5 = Totalmente de acuerdo. Un ejemplo de ítem es ''Creo que a los jóvenes se les ha dado demasiada información sobre sexo''. Esta escala tiene un rango de puntaje de 0 a 100. Los ítems 21 y 22 se puntúan de forma inversa, pues contrario al resto de ítems, una puntuación más alta en ellos indica una actitud más liberal con respecto a la sexualidad. Los puntajes superiores a 50 reflejan una orientación más conservadora hacia la expresión sexual humana, mientras que puntajes inferiores a 50 indican una orientación más liberal. En este estudio se utilizó la versión en inglés de Hudson et al. (1983), la cual demostró un nivel de confiabilidad de α = .94. No se encontraron publicaciones en español que utilizaran esta escala, por lo que esta fue traducida al español siguiendo el procedimiento de traducción y retro traducción. Esta versión mostró un nivel de confiabilidad de α = .83.
Escala de Satisfacción con la Vida
Elaborada por Diener et al. (1985), esta escala contiene cinco ítems que evalúan juicios cognitivos globales acerca de la propia vida, con opciones de respuesta de 1 = Totalmente en desacuerdo a 6 = Totalmente de acuerdo. Un ejemplo de ítem es ''Las condiciones de mi vida son excelentes''. El puntaje se obtiene sumando la respuesta a cada ítem, un mayor puntaje indica mayor nivel de satisfacción con la vida en el individuo (Diener et al., 1985). Para este estudio, se utilizó la versión en español validada por Schnettler et al. (2018) en población universitaria en Chile; esta versión demostró un nivel de confiabilidad entre α = .87 y α = .89. En este estudio, esta escala muestra un nivel de confiabilidad de α = .84.
Procedimiento
El reclutamiento de participantes se realizó mediante un correo electrónico enviado a universidades de Temuco, solicitando la difusión de la invitación a responder una encuesta entre la comunidad estudiantil de pregrado. Asimismo, la invitación se difundió por medio de redes sociales de agrupaciones estudiantiles en las mismas universidades, generando un efecto de bola de nieve.
El estudio se presentó a los participantes como una investigación sobre relaciones entre la satisfacción con la vida y características individuales, actitudes personales y apoyo social en estudiantes universitarios. Al abrir el enlace de la encuesta, se desplegaba el consentimiento informado, en el que se explicaban los objetivos del estudio y se garantizaba el anonimato, la confidencialidad, el uso estrictamente académico de la información y la libertad de abandonar la encuesta en cualquier momento.
La encuesta en línea se alojó en la plataforma QuestionPRO. Los datos se recabaron durante septiembre de 2020 y el tiempo promedio de respuesta del cuestionario fue de 10 minutos. Este estudio se enmarca en una investigación más amplia sobre las relaciones entre orientación sexual y satisfacción vital en estudiantes universitarios. El diseño de este estudio recibió aprobación ética por parte de la Coordinación de la Carrera de Psicología de Universidad Católica de Temuco.
Previo a la recolección de datos, se realizó una prueba piloto con 12 estudiantes universitarios, seis heterosexuales y seis LGB. A raíz de esta prueba piloto, se detectó la necesidad de realizar cambios en el lenguaje de algunos ítems de la escala de Actitudes hacia la Sexualidad, para mejorar la claridad de estos ítems. Los datos obtenidos en esta prueba piloto no fueron parte del análisis final.
Análisis de datos
El análisis de datos se realizó con el programa estadístico SPSS (v. 23.0). En la fase preliminar de análisis, se realizó una revisión general de la base de datos para eliminar encuestas de participantes que no cumplieran con los criterios de inclusión (tres participantes), recodificar datos y variables, y obtener las sumatorias de las escalas. En la fase descriptiva, se describieron las características sociodemográficas de los participantes y los puntajes de las escalas a través de frecuencias, medidas de tendencia central y medidas de variabilidad. También, en esta fase se obtuvieron los puntajes por orientación sexual y se realizó el análisis de consistencia interna de las escalas.
En la fase de análisis inferencial, se analizaron las correlaciones entre variables y se pusieron a prueba las hipótesis. Las hipótesis 1, 2, y 3, relativas a comparaciones entre grupos, fueron verificadas por medio de la prueba t de Student para muestras independientes. Para la hipótesis 4, se realizó una regresión lineal múltiple jerárquica para determinar el potencial rol predictor de la orientación sexual (heterosexual o LGB), la actitud hacia la sexualidad y el apoyo social percibido sobre la satisfacción vital.
Resultados
Correlaciones
Las asociaciones entre puntajes de la muestra total también se analizaron a través de la correlación de Pearson. Los resultados indicaron una correlación estadísticamente significativa entre la escala y subescalas de apoyo social percibido y la escala de satisfacción vital. Por otro lado, ninguna de estas variables correlacionó con las actitudes hacia la sexualidad. Estos resultados se muestran en la Tabla 1.
- | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
1. Apoyo Social Percibido | - | - | - | - | - | - |
2. Apoyo Social Percibido Familia | .78* | - | - | - | - | - |
3. Apoyo Social Percibido Amistades | .69* | .25* | - | - | - | - |
4. Apoyo Social Percibido Otros | .79* | .48* | .34* | - | - | - |
5. Actitudes hacia la Sexualidad | -.03 | .06 | -.11 | -.04 | - | - |
6. Satisfacción Vital | .40* | .39* | .25* | .25* | .08 | - |
* p < .01 (bilateral)
Comparaciones entre estudiantes heterosexuales y LGB
Para poner a prueba las hipótesis 1, 2 y 3 se utilizó la prueba t de Student para muestras independientes. La Tabla 2 muestra los puntajes promedio para cada escala, para los grupos de participantes heterosexuales y LGB, valores t, su significancia y tamaño del efecto cuando corresponde.
Escala | Grupo Hetero | Grupo LGB | t | p | d | ||
M | DT | M | DT | ||||
ASP | 49.38 | 7.45 | 47.35 | 6.55 | 2.15 | .03 | 0.28 |
ASP - F | 15.73 | 3.21 | 14.17 | 3.59 | 3.57 | .001 | 0.45 |
ASP - A | 16.57 | 3.24 | 16.89 | 2.84 | -.815 | .416 | - |
ASP - O | 17.08 | 3.09 | 16.29 | 2.73 | 2.00 | .04 | 0.27 |
AHS | 48.74 | 11.20 | 46.46 | 9.73 | 1.61 | .10 | - |
SV | 20.23 | 4.96 | 19.46 | 5.15 | 1.16 | .24 | - |
Nota. ASP = Apoyo Social Percibido; ASP - F = Apoyo Social Percibido Subescala Familia; ASP - A = Apoyo Social Percibido Subescala Amistades; ASP - O = Apoyo Social Percibido Subescala Otros Significativos; AHS = Actitudes hacia la Sexualidad; SV = Satisfacción con la Vida.
La primera hipótesis de este estudio sostuvo que estudiantes heterosexuales reportan mayor apoyo social percibido que estudiantes LGB. Los resultados muestran que las personas heterosexuales (M = 49.38, DT = 7.45) efectivamente reportaron mayor apoyo social percibido que las personas LGB (M = 47.35, DT = 6.55); esta diferencia fue estadísticamente significativa, con un tamaño del efecto mediano t(279) = 2.15, p = .03, d = 0.28. Por tanto, se encontró evidencia que apoya la hipótesis 1.
Las subescalas de apoyo social percibido también se examinaron de modo complementario. Para la subescala de apoyo percibido de la familia, se encontró que estudiantes heterosexuales (M = 15.73, DT = 3.21) reportaron apoyo social de este tipo estadísticamente mayor con respecto a estudiantes LGB (M = 14.17, DT = 3.59), con un tamaño del efecto medio, t(279) = 3.57, p < .001, d = 0.45. En la subescala de amistades, no se encontraron diferencias significativas entre universitarios heterosexuales y LGB. Por último, en la subescala de otros significativos, estudiantes heterosexuales (M = 17.08, DT = 3.09) reportaron un apoyo social significativamente más alto de este tipo que personas LGB (M = 16.29, DT = 2.73), con un tamaño del efecto mediano t(279) = 2.00, p = .04, d = 0.27.
La segunda hipótesis de este estudio sostiene que estudiantes heterosexuales mostrarán actitudes hacia la sexualidad más conservadoras que estudiantes LGB. De acuerdo con los resultados, no hubo diferencias significativas entre ambos grupos, t(279) = 1.61, p = .10, por lo que no existe evidencia que apoye la hipótesis.
La tercera hipótesis de este estudio sostiene que estudiantes heterosexuales reportan mayor satisfacción vital que estudiantes LGB. Tampoco se observaron diferencias significativas entre estudiantes heterosexuales y LGB, t(279) = 1.16, p = .24. Por lo tanto, no se encontró evidencia que apoye la hipótesis 3.
Predictores de la satisfacción con la vida en estudiantes universitarios
La cuarta y última hipótesis de este estudio sostiene que la orientación sexual (heterosexual/LGB), el apoyo social percibido y las actitudes hacia la sexualidad tienen un rol predictor de la satisfacción con la vida en estudiantes universitarios. Para poner a prueba esta hipótesis, se realizó un análisis de regresión lineal múltiple jerárquica de dos etapas, con la satisfacción vital como variable dependiente. En la primera etapa se incluyó la orientación sexual y en la segunda etapa se incluyó apoyo social percibido general y las actitudes hacia la sexualidad.
Los resultados de la regresión (Tabla 3) mostraron que la orientación sexual no contribuye significativamente al modelo, F(1,280) = 1.35, p = .245. El segundo modelo, con la inclusión del apoyo social percibido y las actitudes hacia la sexualidad, sí resultó significativo, F(3,280) = 19.44, p < .001. En este último modelo, sin embargo, la única variable predictora de la satisfacción vital fue el apoyo social percibido, que explica un 17.4% (R² ajustada) de la varianza de la variable dependiente.
- | B | β | t | p | R | R 2 | ∆R 2 |
Paso 1 | - | - | - | - | .070 | .005 | - |
Constante | 20.23 | - | 56.85 | <.001 | - | - | - |
Orientación Sexual | -0.768 | -.070 | -1.16 | .245 | - | - | - |
Paso 2 | - | - | - | - | .417 | .174 | .169 |
Constante | 4.11 | - | 1.76 | .079 | - | - | - |
Orientación Sexual | -0.09 | -.008 | -0.151 | .880 | - | - | - |
Apoyo Social Percibido | 0.28 | .408 | 7.40 | <.001 | - | - | - |
Actitudes hacia la sexualidad | 0.04 | .09 | 1.72 | .086 | - | - | - |
Nota. Operacionalización de variable Orientación sexual: 0 = Heterosexual, 1 = Lesbiana, gay o bisexual.
Un análisis complementario, siguiendo el procedimiento por etapas antes descrito, incluyó por separado a las tres dimensiones de apoyo social como predictoras en la segunda etapa de la regresión. En este caso, el apoyo de la familia (p < .001) y de las amistades (p = .005) contribuían de modo significativo a la satisfacción vital (17.7%), excluyendo orientación sexual, actitudes hacia la sexualidad y apoyo de otros significativos. Así, la hipótesis 4 tiene soporte parcial.
Discusión
El objetivo de este estudio fue examinar la relación entre orientación sexual, apoyo social percibido, actitudes hacia la sexualidad y satisfacción vital en estudiantes universitarios del sur de Chile, comparando a su vez estas variables entre estudiantes heterosexuales y lesbianas, gay y bisexuales (LGB). Los resultados de este estudio indican que estudiantes heterosexuales y LGB difieren únicamente en el apoyo social percibido, específicamente, por parte de su familia y otros significativos, y que un mayor apoyo social predice mayor satisfacción vital, sin distinción de orientación sexual. Esta última variable, junto con las actitudes hacia la sexualidad no mostraron este rol predictor, contrario a las expectativas de acuerdo con estudios anteriores.
Los resultados concernientes al apoyo social percibido muestran que este tiende a variar entre estudiantes heterosexuales y LGB, dependiendo de la fuente de este apoyo. Por un lado, se encontró que estudiantes heterosexuales perciben mayor apoyo social familiar y de otros significativos, en comparación con estudiantes LGB. Para el caso del apoyo familiar, estos resultados concuerdan con estudios previos (Barrientos et al., 2014; Ellis et al., 2020; Red Nacional de Oficinas de Diversidad, Inclusión y No Discriminación, 2020; Universidad Alberto Hurtado, 2020) que señalan a la familia como una potencial fuente de discriminación y prejuicio para personas LGB. La familia, a pesar de ser considerada la principal fuente de protección y apoyo para la persona, también puede suponer un contexto en el que expresiones fuera de la heteronormatividad (Habarth, 2014) son castigadas y reprimidas. Asimismo, el apoyo de otros significativos también fue mayor en estudiantes heterosexuales. Aunque no se indagó quiénes componen el grupo de otros significativos en este estudio, estos resultados pueden deberse a al menos dos razones, que no son mutuamente excluyentes. Por un lado, que los círculos sociales fuera de la familia y las amistades (e.g., en el ámbito educativo, comunitario o religioso) pueden condicionar el apoyo que brindan a individuos según su orientación sexual normativa o no normativa. Por otro, que las personas LGB pueden evitar buscar este apoyo debido a un prejuicio internalizado o anticipando discriminación, reacciones que en el Estrés de Minorías (Meyer, 2003; Meyer et al., 2021) se consideran estresores proximales (i.e., internos al individuo).
Las condiciones antes mencionadas no ocurren en el caso del apoyo social percibido de amistades, según los resultados de este estudio. Específicamente, estudiantes tanto heterosexuales como LGB reportaron niveles similares de apoyo social percibido. Este hallazgo es esperable, pues las amistades pueden escogerse libremente de acuerdo con criterios personales. Frost et al. (2016) han reportado en este sentido que la fuente principal de apoyo social cotidiano, tanto en adultos heterosexuales como pertenecientes a minorías sexuales, son los pares de la misma orientación sexual. Para personas LGB en particular, sobre todo hombres, se ha encontrado que las amistades pueden fungir además como una ''familia elegida'' (Frost et al., 2016), compensando el menor apoyo de la familia de origen. Así, el apoyo social de amistades puede considerarse un factor protector común en estudiantes universitarios heterosexuales y LGB.
En cuanto a actitudes hacia la sexualidad, contrario a lo esperado según estudios previos (Grollman, 2017), estudiantes heterosexuales y LGB mostraron actitudes similares. Específicamente, ambos grupos reportaron un puntaje por debajo de 50 en la escala de actitudes hacia la sexualidad, lo que sugiere un pensamiento más liberal en este sentido. La sexualidad involucra una amplia gama de fenómenos en torno a roles de género, identidad, placer y reproducción, entre otros (OMS, 2018). Algunos estudios sugieren que las personas LGB tienen actitudes más liberales ante la sexualidad que sus contrapartes heterosexuales (Grollman, 2017). No obstante, esta distinción no se observó en los resultados de este estudio. Esto puede deberse a la naturaleza de la muestra, pues la población universitaria tiende a mostrar menos prejuicio sexual y conservadurismo que otros grupos, como personas de mayor edad o con menor nivel de escolarización (Orellana & Orellana, 2020). Asimismo, el periodo vital en el que se encuentran los estudiantes universitarios conlleva mayor apertura a la exploración de su sexualidad (Infosalus, 2019; Rivera et al., 2011), sea cual sea su orientación sexual. Estos dos factores redundarían en actitudes hacia la sexualidad que son compartidas por estudiantes heterosexuales y LGB. Por otro lado, también es posible que los ítems de la escala utilizada en este estudio contienen declaraciones abiertamente conservadoras (e.g., ''Creo que el sexo debe reservarse para el matrimonio'') y los participantes hayan respondido guiándose por la deseabilidad social para evitar mostrar una postura conservadora.
Tampoco hubo diferencias entre estudiantes heterosexuales y LGB en cuanto a satisfacción con la vida. Este hallazgo es contrario a otros reportados, que han vinculado la orientación sexual no normativa con menor satisfacción vital (Powdthavee & Wooden, 2015). En estudios sobre satisfacción vital en muestras universitarias chilenas, sin distinción por orientación sexual, se reporta un nivel de satisfacción moderado (Schnettler, Denegri, et al., 2015; Schnettler, Miranda, et al., 2015), similar al nivel encontrado en este estudio. Se esperaba que estos niveles variaran entre estudiantes heterosexuales y LGB, debido a que estos últimos están expuestos a estresores adicionales dada su pertenencia a un grupo marginalizado (Meyer, 2003; Meyer et al., 2021). No obstante, es posible que algunos de estos estresores estén mediando entre la pertenencia a ese grupo y la satisfacción vital. Por ejemplo, se ha encontrado que el nivel de homofobia internalizada impacta en el grado de salud y bienestar de hombres gays y lesbianas (Gómez et al., 2021; Morell-Mengual et al., 2017); y que la orientación sexual condiciona el acceso a factores vitales (e.g., relaciones de apoyo, empleo, salud, y otros), los que a su vez influyen de modo diferencial en la satisfacción vital (Powdthavee & Wooden, 2015). Así, en su conjunto, estudiantes heterosexuales y LGB muestran niveles similares de apoyo de amistades, actitudes liberales hacia la sexualidad y satisfacción vital, lo que sugiere la existencia de factores compartidos por estudiantes universitarios fuera de su orientación sexual. Además, estas similitudes pueden deberse a variables intermediarias en estudiantes LGB (e.g., el nivel de homofobia o bifobia internalizada) que nivelan estas y otras condiciones vitales de cara a sus pares heterosexuales, y que deben explorarse en estudios futuros.
Finalmente, sobre la base de las comparaciones anteriores, se propuso que la orientación sexual, el apoyo social percibido y las actitudes hacia la sexualidad tendrían un rol predictor de la satisfacción vital. Se encontró evidencia parcial para esta hipótesis, en línea con las hipótesis anteriores y las correlaciones entre variables. Los resultados de este análisis mostraron que únicamente el apoyo social percibido contribuye a la satisfacción vital de estudiantes universitarios. Este hallazgo va en línea con reportes previos en Chile (Schnettler, Denegri et al., 2015). Por otro lado, que la orientación sexual y las actitudes hacia la sexualidad no predijeran la satisfacción vital encuentra su explicación, al menos parcialmente, en las comparaciones señaladas previamente. No obstante, se requieren más estudios en esta área para continuar explorando la relación entre estas variables en muestras latinoamericanas, ya sea de modo directo o indirecto a través de mediadores y moderadores.
Este estudio cuenta con una serie de limitaciones. En primer lugar, la muestra fue autoseleccionada y no probabilística, por lo que no se pueden generalizar los resultados a la población total de estudiantes universitarios de Chile. En segundo lugar, al ser una muestra autoseleccionada, la muestra cuenta con una sobrerrepresentación de participantes heterosexuales. Las muestras de minorías sexuales son de difícil acceso (Barrientos et al., 2014; Barrientos et al., 2017; Ellis et al., 2020), por el bajo porcentaje que se calcula entre la población general (entre el 4% y 5%, según estimados a nivel internacional y del Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, 2017) y por dificultades para identificarse, de modo privado o público, como pertenecientes a estas minorías (Ellis et al., 2020). Una tercera limitación es que la escala de actitudes hacia la sexualidad utilizada (Hudson et al., 1983) no está validada en Chile, lo cual no permitió tener evidencia previa para contrastar los resultados. Por otro lado, el contenido y la intención de medición de la escala son explícitos, por lo que las personas pudieron contestar la encuesta guiándose por la deseabilidad social de mostrar una orientación liberal en sus actitudes hacia la sexualidad (Hudson et al., 1983). Finalmente, en este estudio no se contempló variables intermedias que hubiesen permitido profundizar en las comparaciones entre grupos y las relaciones planteadas; por ejemplo, el rol de los niveles de homofobia interiorizada (e.g., alta o baja) en la satisfacción vital de estudiantes LGB (ver Gómez et al., 2021).
Para investigaciones futuras, se sugiere considerar un muestreo que garantice una representativa de la población universitaria de la región, sobre todo en cuanto al género y a la orientación sexual de los participantes. Estudios futuros deben además considerar modelos explicativos y diseños longitudinales para comprender mejor las relaciones entre orientación sexual y bienestar subjetivo a largo plazo. También, en Chile, existen variados estudios en poblaciones adultas de lesbianas y gays (Barrientos et al., 2014; Barrientos et al., 2017; Gómez et al., 2021), mientras que la población bisexual ha sido menos estudiada y visibilizada. Por ello, es necesario distinguir las experiencias específicas de distintas poblaciones no heterosexuales (e.g., la bifobia) en estudios posteriores. Igualmente, se requiere la validación de escalas de actitudes hacia la sexualidad que sean acordes al contexto sociocultural del país. Se sugiere, además, estudiar el impacto de las distintas fuentes de apoyo social por separado, así como otras condiciones de vida relativas a la satisfacción vital en Chile y Latinoamericana. Por ejemplo, el nivel socioeconómico o la disponibilidad de recursos de distinto tipo con la que cuentan estudiantes universitarios podrían dar cuenta de las similitudes en satisfacción vital entre estudiantes de distinta orientación sexual.
A pesar de estas limitaciones, los hallazgos de este estudio tienen implicaciones en la investigación y la práctica desde las instituciones de educación superior. Si bien estudiantes LGB reportaron menos apoyo percibido global, familiar y de otros significativos que sus pares heterosexuales, el apoyo social global predijo la satisfacción vital sin importar la orientación sexual. Estos resultados sugieren la importancia de que las universidades ofrezcan instancias de apoyo social tanto comunes a todo el cuerpo estudiantil (e.g., espacios de encuentro extracurriculares, apoyo material a agrupaciones estudiantiles), como específicas para grupos minoritarios (e.g., políticas de no discriminación, sensibilización de personal académico y administrativo en temas de orientación sexual e identidad de género). Así, este estudio constituye un aporte relevante al conocimiento sobre orientación sexual y bienestar subjetivo en el contexto chileno. Los resultados destacan las brechas en el apoyo social que perciben los estudiantes universitarios heterosexuales y LGB desde distintas fuentes, así como la contribución del apoyo social a la satisfacción vital de estos estudiantes independientemente de su orientación sexual.